Allegro molto

“Los grandes de la Iglesia son aquellos que tienen una visión que va más allá, los que comprenden: los misioneros”. Esta frase, categórica, es del Papa Francisco, que podemos encontrar en el libro “Papa Francisco. Política y Sociedad. Conversaciones con Dominique Wolton”, recientemente publicado por Ediciones Encuentro.

Unas conversaciones que son necesarias para acercarse a la Doctrina Social de la Iglesia y, sobre todo, a la necesidad de contar con laicos comprometidos en la sociedad. Personalmente su lectura me ha ayudado, incluso intentaré escribir algunas reflexiones más, en las próximas semanas, sobre lo que el Papa Francisco indica para vivir un cristianismo más auténtico y centrado en lo esencial: el Evangelio, Jesucristo.

Lo que sí quería destacar, en Allegro Molto, son unos muy rápidos apuntes para destacar cómo el Papa Francisco pone en primer término a los misioneros. En los momentos claves, en las afirmaciones más profundas, no solo de la conversación con Wolton sino en todas sus intervenciones, el testimonio de los misioneros es el ejemplo más claro de cómo vivir y testimoniar a Jesucristo Resucitado (no al que se queda anclado en el Viernes Santo).

Tranquilos, no destriparé el libro, pero solo decir que la afirmación de “los grandes de la Iglesia” viene vinculado al “Hace falta acoger, acompañar, discernir, integrar…” de Amoris laetitia.

Alegría, ternura, proximidad, estupor, admiración… son algunas de las palabras preferidas del Papa Francisco. ¿Acaso no podemos encontrar en ellas, uniéndolas, toda una definición de los misioneros ad gentes?

Identifiquemos más claramente a la Iglesia. Es algo que también indica el Papa Francisco, y nos dice, “Si usted quiere conocer a la Iglesia, vaya a un pueblo donde se viva la vida de la Iglesia. Vaya a un hospital donde hay tantos cristianos que van a ayudar, laicos, monjas… Vaya a África, donde se encuentran tantos misioneros. Queman su vida en aquellas latitudes. Y Realizan verdaderas revoluciones. No para convertir, fue en otra época cuando se hablaba de conversiones, sino para servir”.

Lo que sí queda claro es que no podemos recorrer caminos a medias, que no podemos tener puertas entreabiertas, que no podemos vivir en dos andenes y, ¡menos aún!, no podemos ver pasar la vida desde los andenes sin comprometernos, sin asumir compromisos, porque el compromiso es “la materia prima para evangelizar” (Papa Francisco).

Estas conversaciones “Papa Francisco. Política y Sociedad” son un llamamiento al compromiso y al cambio de actitudes, siempre abiertos al diálogo y a convertirnos en puentes para unir y no para separar. Os recomiendo la lectura, también desde una perspectiva de la misionalidad.

No nos podemos quedar en el andén, no debemos quedarnos en el andén viendo la situación pasar de lejos o situarnos en el cómodo criterio de no hacer nada más… Es momento de pasar del andén al viaje más completo y auténtico, el que encontramos indicado como un claro camino de conversión en el Evangelio.

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