Corazones en red

El gesto de la Paz, dentro de la Eucaristía es un gesto “ritual”, no es una simple expresión de simpatía o de simple saludo de unos con otros. El saludo de las personas que acuden a celebrar la eucaristía, se pude hacer antes del comienzo de la misma, o, aún mejor, después de la celebración. Entonces es cuando las personas se pueden manifestar con toda la efusión emotiva que deseen.

El rito de la Paz es algo distinto. Es la manifestación de un deseo: que esa paz, que nace del Señor, llegue a todos los hombres del mundo, en especial a aquellos que carecen de ella. Y para expresar ese deseo, se le desea simbólicamente a las personas más cercanas.

Recorrer el templo dando abrazos, besos o efusivos apretones de mano, es salirse del contexto. Según eso (exagerando) tendríamos que salir a la calle a darle la paz a todo el mundo. No. No es eso lo que la liturgia sugiere.

El mismo Papa Benedicto XVI, en su exhortación “sacramentum caritatis”(nº 49), escribe: …”se comprende la intensidad con que se vive frecuentemente el rito de la paz en la celebración litúrgica. A este propósito, sin embargo, durante el Sínodo de los Obispos se ha visto la conveniencia de moderar este gesto, que puede adquirir expresiones exageradas, provocando cierta confusión en la asamblea precisamente antes de la Comunión. Sería bueno recordar que el alto valor del gesto no queda mermado por la sobriedad necesaria para mantener un clima adecuado a la celebración, limitando por ejemplo el intercambio de la paz a los más cercanos”.

No pueden ser más claras, tanto las palabras del Papa, como la razón que esgrime.

Otra cosa que no tiene sentido es, que el sacerdote abandone el altar y al Santísimo que está sobre él, para recorrer una buena parte del templo dando la paz a todo lo que puede. El sacerdote no debe salir del “presbiterio”. Algunos fieles pueden acercarse a dar la paz (o recibirla) del sacerdote.

  Cantar mientras se da la paz no es lo más apropiado, ni hay por qué alargar el rito. Sin embargo, sí que  tiene más sentido cantar el “cordero de Dios”.

Otro punto al que alude el Papa, es el lugar donde debe situarse el rito de la Paz. Incluso llega a precisar cuál sería su lugar, (Propositio 23):”Teniendo en cuenta costumbres antiguas y venerables, así como los deseos manifestados por los padres sinodales, he pedido a los Dicasterios competentes que estudien la posibilidad de colocar el rito de la paz en otro momento, por ejemplo, antes de la presentación de las ofrendas en el altar.

Y añade la razón de tal conveniencia:”Dicha opción recordaría de manera significativa la amonestación del Señor sobre la necesidad de reconciliarse antes de presentar cualquier ofrenda a Dios (Mt. 5, 23 ss)”.

Creo que sería un buen acierto, ese cambio de lugar. Y tampoco estaría mal que se recondujese el modo de llevar a cabo el rito de la paz.

                                                                                                                  Félix González

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