¿Un cura en “Gran Hermano”?
La noticia ha saltado a la prensa con celeridad. No es para menos. Los curas, la Iglesia siempre están de moda, bien para alabarlos, bien, casi siempre, para vituperarlos. Lo malo es que se generaliza, y se hace universal, lo que es la actuación o desacierto de personas concretas, como en este caso.
La noticia es que un cura, un sacerdote de una congregación religiosa, se ha apuntado al programa que han dado en llamar “Gran Hermano”. Que por cierto no sé por qué, ya que los concursantes se muerden, se acusan, se venden, conspiran, se odian, y todos desean ser los ganadores al precio que sea. ¡Hay Televisión, televisión, cuántas barbaridades programas a cuenta de tantos incultos, ignorantes o perversos!
Este es el hecho: “Después de haber constatado que el padre Juan Antonio Molina Sanz ha expresado su voluntad de participar en el programa ‘Gran Hermano’ en contra de una orden explícita de su Provincial, el P. Wilfredo Arribas Sancho, M.S.C…”.
Así comienza el comunicado enviado por mail por el que el Arzobispado de Barcelona ha dado orden de suspender “a divinis” al cura de GRAN HERMANO. Suspensión “a divinis” significa que no puede ejercer su sacerdocio: celebrar los sacramentos, predicar, ni ejercer la pastoral con los feligreses…Tal medida ha sido criticada acerbamente por unos y aplaudida por otros.
Gran Hermano, además de carecer de categoría como programa, siendo de pésimo gusto, es también un cúmulo de faltas de ética, y, desde luego, no favorece el buen ejemplo ni ético ni estético. Es lo que se llama en el argot popular, un ”programa basura”. Lástima que una periodista que apuntaba buenas maneras, haya caído en tal bodrio. Pero hace bueno el famoso dicho:”poderoso caballero es Don Dinero”, de las letrillas satíricas de Francisco de Quevedo.
En cuanto al susodicho sacerdote, lo menos que se puede decir es que con esa postura, hace daño a su imagen, a su Congregación y a la iglesia. Pidió permiso a sus superiores para tomar esa decisión, y no le fue concedido. En consecuencia, ha hecho su voluntad, saltándose el voto de obediencia que un día emitió.
¿Qué se puede pensar que busca con esa decisión? ¿Fama? ¿Prestigio? ¿Dinero? No es eso lo que profesó al hacer sus votos religiosos. Y si, por la razón que sea, no puede seguir en la vida religiosa, cumpliendo su consagración, que lo deje, y después actúe como le parezca. En tal caso ya no estaría dañando a la iglesia ni a su congregación, ni daría pábulo a los juicios que se están vertiendo.
Yo me creo ser nada sospechoso de ser rígido en la aplicación de las normas, y sí, por el contrario, de criticar actuaciones eclesiales de integrismo o falta de comprensión hacia los que puedan pensar de manera distinta a la oficial. Pero tampoco se puede actuar de manera que se escandalice, o se vaya en contra de cosas elementales no discutibles.
Quede muy claro que no quiero arrojar piedras sobre este sacerdote, por su determinación. No le juzgo a él, pero sí su postura. Si quiere dejar la vida religiosa y el sacerdocio, tendrá sus motivos que no entro a juzgar, ni puedo. Pero que no intente simultanear cosas que no encajan. Un poco de coherencia es lo menos que se puede pedir. Ojalá sepa rectificar, y se pueda rectificar también la sentencia.
Tampoco pretendo juzgar la actuación del obispado, prohibiendo, al menos temporalmente, el ejercicio de su sacerdocio. Parece que es razonable.
En este caso que comentamos, unos critican al sacerdote por su postura, y otros a la Iglesia por su actuación. Hay gustos para todo, pero no todos los gustos están en la línea de lo correcto. A cada cual lo suyo.
Félix González
Querido Padre Felix: encuentro su comentario comedido, pero me hubiera gustado ver aquel talante mas abierto que demostro en los años en que dirigio el colegio apostolico de Miranda, cuando nos permitio por primera vez en la historia a los apostolicos salir a pasear por Miranda lo domingos por la tarde libremente, aquellos cineforums en que se podia hablar de todo, aquella revista “antena sscc”. Me puedo imaginar la oposicion que aquello le provocaria entre otras mentalidades mas conservadoras. Si algo no se les puede reprochar a los responsables de Gran Hermano, es que buscan por todos los métodos la manera de llamar la atención. Cambian, inventan, copian, remodelan, adaptan sus formas, sus reglamentos, con el único fin de llamar la atención desde el minuto cero, de crear estados de opinión que aúpen al concurso, al reality a lo noticiables y se incorpore todo lo propuesto a la conversación cotidiana de un amplio números de ciudadanos, adictos al programa, seguidores de sus debates, de sus acompañamientos en los otros programas que incorporan el GH como banderín de enganche, o con intenciones morbosas en busca de detalles para arañar en la costra del monstruo de las mil caras, que hasta en su numeración logra concretar su espíritu sorpresivo, GH 12+1, es decir el décimo tercero no existe.
Las novedades funcionales, los nuevos decorados, las coordenadas en las que pretenden se muevan los concursantes se irán consolidando. Pero de entrada un hecho colateral, es motivo de polémica y controversia más allá de toda cuestión concursil. Han metido un cura. Obviamente, un cura muy especial. Hasta aquí no tendría mucho valor, porque representa a un tipo de individuo integrado socialmente, que abarca un amplio círculo de influencias. Pero sin ver el juego que puede dar en el reality, su empresa, la Iglesia católica, o la jerarquía de la misma en su responsabilidad en Catalunya, ha decido no dejarle ejercer su profesión principal. Un despido que no sabemos si es procedente o no, pero que, de entrada, nos demuestra la poca cintura del obispado, y la propaganda que le está propiciando al programa con su decisión.¿que pasara con el dinero si gana el concurso? ¿le exigiran el estipendio?. Un abrazo cordial.
Muy estimado y recordado Juan: una vez más me alegra leerte en mi Blog. Me recuerdas muchas cosas de Miranda. En cuanto a opiniones, cabe todo; y yo respeto la tuya, que no coincide totalmente con la mía en este caso. Supongo que si pudiéramos charlar más despacio y sin la estrechez de un breve escrito, nos pondríamos más facilmente de acuerdo.¿No te parece? Mi juicio se basa en lo que me parece una falta de coherencia de vida. Este sacerdote hizo en su día unos votos, y se comprometió a obedecer a sus superiores (voto de obediencia). Por otra parte, hay otros programas en los que me parecería bueno participar. Pero no creo que el programa en cuestión sea el más adecuado para un sacerdote. Todos los que hemos visto alguna vez el programa de GH. sabemos que allí ocurren cosas que no dicen nada a favor de alguien que ha hecho voto de obediencia, castidad, pobreza. Lo que encontraría más lógico sería que eligiese, optase, por una de las dos cosas, seguir ejerciendo de cura o dedicarse a algo poco compatible con su profesión. De todos modo, respeto su conciencia.
Pero, bueno. cada uno tiene una manera de ver las cosas. Yo las veo así, y otros la verán de otra manera.
Creo que siempre fui bastante abierto, y eso también se me ha criticado. Y creo que cuanto mayor voy siendo, más comprensivo, abierto y crítico me encuentro. Pero lo que no puedo hacer es comulgar con ruedas de molino.
Me alegro mucho de volver a tener contacto contigo. Y me gustaría que tuviéramos la ocasión de vernos en alguna ocasión. Recordariamos muchas cosas del pasado. Un abrazo, Juan. Y me tienes a tu disposición.
Querido Padre Felix: Recuerdo que la Jerarquia Eclesiastica se mostro mucho mas tolerante en el caso del polemico Padre Apeles, un sacerdote que participaba asiduamente en programas basura de la tv. y en uno de los cuales llego a agredir fisicamente a un contertulio. Pero el Padre Apeles es de una ideologia integrista, proxima a la de la actual Jerarquia Eclesiastica, mientras que el sacerdote de Gran Hermano parece ser de idelogia progresista, y mucho me temo que estemos ante un caso de discriminacion por razon de pensamiento, y que temiendo lo que este sacerdote pueda expresar, la Jerarquia Eclesiatica haya puesto la venda antes de la herida, torpeza con la que solo ha conseguido aumentar el morbo (y la audiencia que es dinero) del programa, que es en realidad lo que buscaba su directora Mercedes Mila, reina de la telebasura, de la escuela de Xavier Sarda, Pepe Navarro, Jordi Hurtado y otras hierbas. Programas que detesto . Espero que haya disfrutado con el triunfo ayer del Mirandes en el campo del Anduva, que tantos recuerdos agradables me trae. Con afecto. Juan
Querido amigo Juan: de verdad que me alegré mucho del triunfo del Mirandés. Lo disfruté. En cuanto a lo del Padre Appeles, tengo que decirte que la Jerarquía no es que no hiciese nada contra él. Es que él iba por independiente y a su bola, sin pertenecer a ninguna diócesis, porque ningún obispo lo recibió en su diócesis. Iba por libre, y hacía lo que quería. Desde luego prefiero al “motero”. Pero no vale la compareción de Appeles porque esa estaba fuera de la comunión con la Iglesia, aunque él no lo dijera y siguiera actuando por su cuenta. Un abrazo, y ¡aupa el Mirandés!
Hola Felix : comparto tu opinión y pienso que el sacerdote debe de estar muy deseen cántado de la vida , para entrar en un programa con tampoco nivel cultural , tal vez lo que quiere es dar que hablar .
Ser importante en este mundo es algo que pasá ser digno de la vida eterna , es tu mejor regalo para simpre.
Manuela: gracias por tu participación en el Blog. Tú siempre tan positiva. Un abrazo.