…porque Jesús no lo quiso
Entre las peticiones que ha hecho, últimamente, al Papa un colectivo muy amplio de sacerdotes y laicos de varias nacionalidades europeas y americanas, se encuentra, entre otras, la “ordenación de mujeres al sacerdocio”. No es la única petición, dentro de ese deseo expresado, de una renovación decidida, valiente y actual de la Iglesia. Pero lo que me llama más la atención es la respuesta del Papa: “Jesús no lo quiso” (se refiere a la ordenación sacerdotal de mujeres). Ya Juan Pablo II dijo que esa era una cuestión cerrada y no discutible. ¿Por qué no se puede hablar y discutir sobre esa cuestión? Todo diálogo puede ser clarificador. Y el silencio no conduce a nada.
Jesús no consta que instituyese sacerdotes a ninguna mujer; pero el hecho de que no lo hiciera ¿hace suponer que no lo quisiera? Muchas cosas no se hacen en un momento histórico determinado por la no conveniencia u oportunidad en ese momento; pero no quiere decir que no se puedan hacer en otro momento histórico, si conviene y cambian las circunstancias.
En un momento histórico (en el que vivió Jesús), la mujer no contaba en la sociedad, estaba desprestigiada y mal considerada, a causa del machismo imperante. Lo lógico es que Jesús no contase con ellas para comenzar una obra tan importante, que tanto iba a influir en la sociedad de entonces. Medida de eficacia.
Por otra parte, en el Génesis (aunque luego se malinterpretara) se dice claramente que no hay distinción entre hombre y mujer; que los dos son iguales en dignidad. Y San Pablo en su Carta a los Gálatas les dice: “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”.(Gal. 3,28).
Lo mismo que ya existen los diáconos permanentes (hombres casados), ¿por qué no dar un primer paso, creando diaconisas permanentes? Es una sugerencia.
Por otra parte el argumento de que “Jesús no lo quiso”, no tiene mucha fuerza. ¿Quiso que hubiese “cardenales”? ¿Quiso el Vaticano y toda su parafernalia? ¿Quiso que hubiese una institución llamada “inquisición”, que ahora se llama “Congregación para la Doctrina de la Fe”?
Una argumentación muy pobre y poco convincente la de que Jesús no lo quiso. Digamos que no lo hizo; como no hizo otras cosas. Pero lo que sí trató de hacer es darle a la mujer su lugar y su dignidad.
Otro tema más fácil es el de la ordenación de hombres casados (que también se solicita). Porque ahí no se puede decir que Jesús no lo quisiera. ¿No eran casados algunos de los Apóstoles? ¿Por qué habla el evangelio de que Jesús curó a la “suegra” de Pedro?
No es de recibo que la Iglesia, con cierta cerrazón, quiera mantener algunas normas o costumbres. Por lo menos debería dejar libertad para opinar y clarificar ciertos tabúes. Espero que todo vaya llegando, aunque es una pena perder tanto tiempo, creando tanto malestar, y perdiendo tanto prestigio social.
Félix González
¿Qué se puede decir más de lo expuesto?
o…¿no habrá que convencerse primero de que está descafeínado el modo de mostrarse cristiano? ¿no andaremos en distintos tipo de cerrazón? ¿no serán unas formas reflejo de otras?
Como ves, nado en interrogantes.
No es malo, susana, interrogarse. Lo malo es cuando pasamos la vida sin hacernos mil preguntas. Las respuestas son lo difícil. Y las respuestas dependen de tantas cosas, mentalidades, situaciones y personas…
Félix:
De acuerdo plenamente contigo. Pero voy más allá, como ya he expuesto alguna vez en mi blog: ¿quién se atreve a afirmar que Jesús no quiso el ministerio para la mujer? Mi opinión es que no lo entendieron así los evangelistas y otros escritores sagrados, pues de lo contrario no habrían sido las mujeres las primeras en anunciar la Resurrección de Jesús, por mandato del ángel o del mismo Jesús. Y no olvidemos que anunciar el kerigma -la Pascua: muerte y Resurrección del Señor- con autoridad es, justamente, el principal carisma de los apóstoles y sus sucesores, los obispos.
Y hay más: Jesús no instituyó el sacerdocio femenino ni el masculino.Todos los textos del NT, sin excepción, solo reconocen el sacerdocio al “único y Sumo sacerdote”, Jesús. Y no hay un solo texto en el NT que denomine sacerdote a algún cristiano. Siempre se trata o de sacerdotes judíos, o de paganos. El sacerdocio, como hoy lo conocemos y entendemos, es una creación de la Iglesia, NO de Jesús.
NO te quiero cansar más. Enhorabuena por tu blog, y un abrazo.
Jesús Mari (Areópago)
En la antigua religion vasca AITOR era el padre- cielo ( aita-ortzi) su papel era secundario ya que la diosa principal era AMALUR (la madre-tierra (ama-lur) , Aitor se limitaba a fecundar Amalur mediante la lluvia, dando así origen a toda forma de vida sobre la tierra. La implantación del cristianismo se logró acabando con las sacerdotisas bascas, las sorgiñas ,que hacían las funciones de curanderas, usando plantas medicinales para fabricar brebajes y pócimas curativas, además de un alucinógeno: el cornezuelo del centeno, que es un hongo parásito del centeno (Claviceps Purpurea) . Las sorgiñas gozaban de un gran prestigio social y el cristianismo machista, que ofrecía misas y oraciones como remedios para sanar enfermedades quiso eliminar la competencia, difamándolas primero: se les acuso de organizar akelarres, de comunicarse don el diablo en euskara, de envenenar las aguas… y después se encargo de ellas el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, que organizo detenciones masivas durante el siglo XVI y principios del XVII por toda Euskal herria .40 fueron quemadas vivas, también en Iparralde ( en la parte vasco francesa) unas 200 detenciones fueron efectuadas por el miembro del Consejo de Estado francés Pierre de Lancre. Las sorgiñak fueron juzgadas en Logroño (sede de la Inquisición) sin entender las acusadas la lengua de los acusadores, ya que solo hablaban euskara, e incluso una niña de 8 años, Catalina de Gesala, natural de Zeberio, fue declarada bruja. Eran paseadas en burros, con sambenitos y capirotes y conducidas a la plaza de la hoguera en lo que se llamaba Auto de Fe, una especie de circo con una tribuna para las autoridades politicas y religiosas. El inquisidor general fue el dominico fray Tomas de Torquemada y entre los jueces mas crueles destaco fray Juan de Zumarraga, que después fue nombrado obispo de México, como pago a sus servicios.
Gracias, Jesús Mari, por tu aportación. También yo te sigo en tu blog, que leo con mucho gusto, y con el que suelo identificarme. Un abrazo
Hola, Juan: veo que eres un experto en la mitología vasca. Muy interesante. El tema de las brujas y los aquelarres fue unos de los temas que traía de cabeza a la dichosa Inquisición. Hoy día hay otra “inquisición” , también con caza de brujas, sin aquelarres. Se ve que es un tema muy recurrido. Podíamos hablar (en otro sentido) de maestros de la sospecha. ¡Que pena! ¿Dónde está la libertad de pensamiento y de expresión? ¿Y el de investigación?
Algunos quieren dar carta de ciudadanía al “pensamiento único”. Saludos
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