Iba para médico, pero es obispo
Hay personajes que deben su popularidad y su importancia social al hecho de ser portada de las revistas llamadas “del corazón”, o por ser figuras mediáticas de la moda, o por aparecer con cierta frecuencia, con el motivo que sea, en la pequeña pantalla. Son personas importantes para un cierto sector de gente.
Pero hay otros que no son populares más que en un lugar muy determinado y concreto, y sólo para las gentes del lugar. Es el caso de la persona que nos ocupa: Juan José Aguirre. Cordobés de nacimiento, pero viviendo en Centroáfrica, concretamente en Bangassou. Una región tan grande como Andalucía, y el segundo país más pobre del mundo.
Iba para médico, pero es Obispo, y lleva más de treinta años trabajando y viviendo con aquellas gentes, y tratando de ayudarlos contra tanta miseria, tanta enfermedad, tanta pobreza. , en una tierra azotada por las guerras de países vecinos, que provocan gran cantidad de desplazados.
Él suele comentar que los problemas le desbordan, y el sida hace verdaderos estragos, viéndose impotentes para frenarlo. Comenta, también, que la calidad de vida ha empeorado. Estas son palabras suyas: “Hoy, la muerte está muy barata. Se muere por muy poco. Hay más mortandad infantil que hace 30 años”.
Por mucho que nos esforcemos, por muy calenturienta que sea nuestra imaginación, los que vivimos en el “primer mundo”, no podemos hacernos idea exacta de lo que suponer vivir en esos lugares cuartomundistas. La experiencia no se puede suplir por nada.
Pero también es verdad que en la medida de nuestra sensibilidad humana y cristiana, podemos acercarnos a descubrir las consecuencias de la extrema pobreza individual y colectiva. Y también podemos llegar a descubrir la grandeza de espíritu y el valor de las personas que tratan de cerca tanta miseria, solidarizándose con los más abandonados y desposeídos. Entre estos, hoy quería resaltar a este Obispo cordobés de nacimiento y centroafricano de corazón.
Hay una frase suya que debe hacernos pensar:“Tres cuartas partes de la humanidad lucha por sobrevivir, por comer cada día, mientras otra cuarta parte gasta dinero en quitarse los kilos de más”.
Félix González
Que mal repartida esta la tarta,que es el mundo. No hay consiencia de solidaridad.
Manuela: llevas toda la razón. ¿Se arreglará algún día la injusticia de la insolidaridad?