Corazones en red

Hace unos pocos días, asistí a la Eucaristía que un Obispo, residente en Perú, celebró en la parroquia a su paso por la ciudad. Lo de menos es que fuera obispo o no. Lo que me lleva a escribir es lo que me pareció interesante de lo expuesto en su breve (cosa rara en un obispo), pero sustanciosa (más raro todavía) homilía.

Habló de los “chismes y comparaciones”. Del daño que hacen ambas actuaciones. No era nada nuevo, pero estuvo bien traído, y con sencillez (también he conocido algún obispo sencillo: ”rara avis”).

Un “chisme” es una murmuración o cuento sobre alguna noticia verdadera o falsa para dañar a alguien. Y una “comparación, es la acción de comparar dos o más cosas o personas.

Ninguna de las dos cosas es buena, porque ambas dañan a alguien, en su propia persona o en sus acciones.

Hay personas, que por su misma naturaleza (manera de ser) son chismosas; y no saben bien el daño que hacen, porque, sea verdad o mentira lo que cuentan o chismorrean, logran desacreditar a otro, o dañan la buena convivencia.

Otras personas suelen comparar a alguien con otro, lo cual produce el efecto de que alguno de los comparados salga perdiendo en la estimación. Son lacras del lenguaje, muy en boga para algunas personas.

Dejemos que cada uno obre según crea conveniente; no necesitamos ser altavoces de su actuar; altavoces que van repitiendo un juicio de oreja a oreja, y que se extiende como una mancha de aceite. ¡Cuántas enemistades se han creado por causa de los chismes!

Y ¿por qué comparar? Dejemos que cada uno sea él mismo, y no hagamos comparaciones. Hay una frase proverbial que dice:“las comparaciones son odiosas”. Por eso, no conviene comparar personas o cosas entre sí, para evitar que alguna se sienta menospreciada o porque cada una tiene sus propios valores.

Ese sabio proverbio lo encontramos escrito en varias obras de la literatura española. Por ejemplo: en “La Celestina” (IX 35); en “El Quijote” (II 23), etc…

De vez en cuando, las homilías te ayudan a reflexionar. Y eso siempre es saludable.

Félix González

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