Corazones en red

Seguimos celebrando la Pascua de Resurrección de Cristo, y los evangelios siguen hablándonos, de vez en cuando, de que el sepulcro estaba vacío. Aceptemos la expresión, pero tratemos de comprender su significado. Lo importante de las palabras, es lo que quieren decir, no tanto lo que dicen. Porque hay expresiones, locuciones, palabras, que tomadas en su sentido estricto, desfiguran lo que el locutor o escritor  ha querido decir. Además, es claro que las mismas palabras tienen significados distintos, según la tonalidad de la expresión, según el país del que proceden, según los tiempos y lugares en que han sido pronunciadas.

En la Biblia todo esto es normal, y hay que tenerlo en cuenta si se quiere llegar al conocimiento de las cosas que se narran. Ahí entran los géneros literarios, el doble sentido, la hipérbole, las parábolas, los simbolismos, etc.

Pues bien, yendo al grano. Cuando se habla en los evangelios del “sepulcro vacio”, quiere decir, sencillamente, que “Jesús no estaba allí” porque había resucitado. No significa que no estuviera allí su cuerpo físico o material

Por otra parte, que el cuerpo no estuviera en el sepulcro, no prueba que hubiese resucitado Jesús, porque alguien podría habérselo llevado, robado, etc. La resurrección de Jesús no es un hecho demostrable, a no ser por sus efectos. La reacción positiva de los apóstoles es lo que nos puede probar, de alguna forma, la resurrección de Jesús. ¿Por qué unos hombres derrotados, desilusionados, desesperanzados, de pronto empiezan a sentirse fuertes ante el enemigo, crece la esperanza y asumen el riesgo de la predicación?

No hay otra explicación que el convencimiento de que Cristo no había permanecido muerto, sino que había resucitado, estaba vivo. Estaba con ellos, habían recibido su Espíritu, su fuerza, su entusiasmo.

El sepulcro estaba vacío de Jesús. Pero su cuerpo estaría allí, como todo cuerpo humano queda en el sepulcro, aunque la persona resucite.

Félix González

Tags: Félix G.L., Reflexiones // 8 Comments »