Y seguimos con la basura
Ayer tuve una llamada de teléfono. Era una persona que lee siempre mi blog, “aunque no conteste”, como dice ella. No llamaba para eso, pero salió la conversación. Le extrañaba que no hubiera escrito nada sobre la noticia de los inmigrantes trasportados en un camión de basura. Naturalmente, uno no puede escribir de todas las noticias que nos llegan, buenas o malas. Pero la verdad es que en este caso hubiera merecido un comentario. Y como no lo hice entonces, lo hago ahora.
El hecho lo conocen todos, porque ha sido difundido por T.V. y prensa, escrita y digital. ¡No era para menos!
Unos inmigrantes que llegan a una playa, en patera. Como son africanos, es posible que sean portadores del temido évola. En consecuencia, y mientras se dilucida lo que se hace y cómo se hace, les tienen un montón de tiempo al sol (después del largo viaje y del consabido cansancio). Pasado el tiempo, les trasportan en uno de los camiones de la basura (¡porque no había otro trasporte!).
Ese es el hecho incalificable para aquellas personas de las que dependía el recibirlos, acogerlos y atenderlos. ¡Vergüenza!
En primer lugar, deberían saber que estas llegadas de emigrantes africanos va a seguir, y por lo tanto, las medidas a poner contra la posible enfermedad, tan temida, deben estar estudiadas y preparadas desde hace un tiempo.
En segundo lugar no es creíble que no se pudiese encontrar un medio de transporte más digno. Todos estamos seguros de que si se hubiera tratado de otras personas, o de otra categoría social. se hubiera encontrado. Pero aquellos inmigrantes, aquellos extranjeros, no merecían tratarlos con dignidad. ¡Vergüenza, nuevamente!
Seguramente que Jesús hubiera empleado nuevamente la frase dirigida a los escribas y letrados: ¡Ay de vosotros hipócritas, que coláis el mosquito y os tragáis el camello! O aquello otro: “El que desprecia a unos de los más débiles, a mí me desprecia”.
Lo que trasportaba, en este caso, el camión, no era basura. Pero los que lo ordenaron, sí eran basura.
¡Jesús, un Jesús negro, cansado de un largo viaje a través del mar, llevado en un camión de la basura”!
Félix González
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