Domingo IV del Tiempo Ordinario
(Ningún profeta es bien mirado en su tierra)
El Evangelio de hoy es continuación del evangelio del domingo pasado. En que Jesús leía en la sinagoga unas palabras del profeta Isaías, y se las aplicaba a él mismo: Hoy se cumplen estas palabras en mí.
La gente se extraña. ¿Cómo dice eso, si sabemos quién es? ¿No es el hijo de María y de José, el carpintero?
Y Jesús les replica: Seguramente me aplicaréis aquel refrán: “médico, cúrate a ti mismo, porque nadie es profeta en su tierra”.
Jesús había vivido en Nazaret, como uno más. Y ahora se presenta ante sus conciudadanos, diciendo que las palabras de Isaías se refieren a él. Incluso, aquella gente quiso despeñarlo por un terraplén, por lo que había dicho. Pero Jesús, pasó entre ellos sin que se atreviera nadie a empujarlo al vacío.
Jesús empezaba ya a ser perseguido e incomprendido: nadie es profeta en su tierra o entre os suyos. Y eso ocurre muchas veces: uno es más valorado fuera de su familia, que dentro de su familia o ambiente.
La segunda lectura que hoy nos tráela liturgia es de la carta de San Pablo a los cristianos de la ciudad griega de Corinto; y es un elogio de la caridad. De las tres virtudes llamadas “teologales”: Fe, Esperanza y Caridad, la más importante es la Caridad. Porque es el amor. Y Dios es Amor.
Tanto la Fe como la Esperanza, desaparecerán. Solo quedara el amor, la caridad.
Nada es comparable a la caridad. Y si falta la caridad, el amor, todo lo demás no sirve de nada. “El amor es paciente, es amable, el amor no es envidioso ni fanfarrón, no es orgulloso ni destemplado, no busca su interés, no se irrita, no apunta las ofensas, no se alegra de la injusticia, se alegra de la verdad.
Si queremos saber si amamos, si tenemos caridad, basta con examinarnos de estas palabras de San Pablo.
Félix González
The majority of its Legendary Food, however, is prepared in communal cooking and kitchens. Therefore, cross-contact with foods that contain allergens can occur. In N Out Allergen Menu 2022