“Mientras iban caminando, uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas.» Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.» A otro dijo: «Sígueme.» Él respondió: «Déjame ir primero a enterrar a mi padre.» Le respondió: «Deja que los muertos […]
La pregunta parece extraña, y casi irreverente. Pero no es ni una cosa, ni la otra. Es una realidad. Una realidad sangrante, absurda, y casi de moda. Es una realidad sangrante, porque sin Dios estamos huérfanos, perdidos en un universo, cuyo rumbo no está en nuestras manos, sin normas de moralidad y con un destino […]
(Levántate, vete; tu fe te ha salvado) La enfermedad de la lepra siempre ha sido una enfermedad temida. En tiempos de Jesús, lo consideraban como un castigo de Dios por los pecados. Y los que tenían la enfermedad, quedaban excluidos de la sociedad; tenían que andar por el campo sin acercarse a la ciudad. Y […]
Comienza el curso. Los niños y los jóvenes llevan en sus mochilas los libros; en su corazón el deseo de encontrarse con los viejos amigos; en la memoria, los éxitos o fracasos del curso pasado. Y llevan, sobre todo, algunos, los buenos propósitos de comportarse bien, de estudiar mucho más, de aprobar todas las materias.
(Señor, auméntanos la fe) Las palabras de Jesús, hoy, sobre la fe, son, verdaderamente, dignas de ser reflexionadas. Cuando los apóstoles le dicen a Jesús: “Señor auméntanos la fe”, él les responde: “Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: arráncate de raíz y plántate en el mar. Y os obedecería”.