“Perdona nuestras ofensas, como, también, nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.
Es bonito, y necesario, saber pedir perdón; pero no nos pongamos de ejemplo, porque saldremos perdiendo. (más…)
Lo primero que hay que hacer notar, es que en esta segunda parte del Padrenuestro, todas las peticiones están en plural. Esto significa dos cosas. Por una parte, es ser coherente con las primeras palabras de la oración. Decimos: Padre “nuestro” (de todos) y por tanto al pedirle algo, lo pedimos para todos sus hijos. Y en segundo lugar es una manera de manifestar nuestra falta de egoísmo, al no pedir para nosotros solos (dánosle). (más…)
“Venga a nosotros tu Reino” y “hágase tu voluntad aquí en la tierra (como en el cielo)”. Estas dos peticiones equivalen a una sola. Lo mismo es pedir que llegue su Reino, que el que se haga su voluntad aquí en la tierra. Solo hay diferencia en las palabras, pero no en el significado. (más…)
”Santificado sea tu nombre”. ¿Alguien entiende qué significa “santificar” el nombre de Dios? Dios es el tres veces santo (como rezamos en el prefacio de la Misa).Además, los nombres ni son santos ni se santifican, Son santos los individuos, o en este caso, Dios. (más…)
¿Qué quiero decir con ese título? Me explico. La inmensa mayoría de la gente (al menos esa es mi experiencia), reza el padrenuestro de carretilla, sin tener en cuenta lo que va diciendo. Lo hacen como el que pudiera recitar, de corrida, la lista de los reyes godos; o como aquella película que vi en mi niñez (creo que se llamaba “Don Quintín el amargado”), en que un niño, en la escuela, recitaba unas palabras sobre la Reconquista española, medio canturreando y sin saber lo que decía: “La Reconquista española, gesta del rey Don Pelayo, fue iniciada en Covadonga, no sé si en abril o en mayo”. (más…)
Hace unos días, he recibido de una amiga, unos versos de uno de los mejores poetas en lengua alemana, nacido en Bohemia: Rainer Mª Rilke. He creído conveniente hacer un muy breve comentario a sus versos. Estos son los versos, y mi breve comentario: (más…)
(Último domingo del ciclo C)
En este día termina el jubileo de la misericordia, anunciado por el Papa Francisco, y que hemos vivido durante todo un año. Y coincide con la fiesta del Jesucristo, Rey del universo. Con este motivo, el mismo Papa Francisco, dice: “La solemnidad de Cristo, Rey del universo, es la coronación del año litúrgico. Cristo es el centro de la historia de la humanidad, y también el centro de la historia de cada hombre. Dice que “esta fiesta de Cristo, rey del universo, es la coronación del año litúrgico”. (más…)
(El llanto de Jesús)
En el Evangelio leemos que “al acercarse Jesús a Jerusalén, y ver la ciudad, dijo llorando:¡si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no; está escondido a tus ojos”. (Lc.19, 41-42)
Escena trágica. Jesús llorando por lo que se le venía encima a los habitantes de Jerusalén, envuelta en guerra:”Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrastrarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra”. (más…)
(Lc. 19,12-13. 15-26)
Las parábolas, en general, son fácilmente comprensibles, tanto su lenguaje como su enseñanza. Jesús era un maestro que dominaba el lenguaje y conocía bien a las gentes, a quienes solía ir destinada su enseñanza, gente sencilla, y seguramente analfabeta. (más…)
“Entró en Jericó y la fue atravesando, cuando un hombre llamado Zaqueo, jefe de recaudadores y muy rico, intentaba ver quién era Jesús; pero a causa del gentío, no lo conseguía, porque era bajo de estatura. Se adelantó de una carrera y se subió a un sicómoro para verlo, pues iba a pasar por allí. Cuando Jesús llegó al sitio, alzó la vista y le dijo: —Zaqueo, baja aprisa, pues hoy tengo que hospedarme en tu casa. Bajó a toda prisa y lo recibió muy contento. Al verlo, murmuraban todos porque entraba a hospedarse en casa de un pecador. Pero Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor: —Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres, y a quien haya defraudado le restituyo cuatro veces más. Jesús le dijo: —Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también él es hijo de Abrahán. Porque este Hombre vino a buscar y salvar lo perdido” (Lc. 19, 1-10). (más…)
