Kamiano

Como le gusta recordar a Carmen Pellicer, los niños necesitan referentes en sus vidas para crecer en la fe. Damián también tuvo sus modelos, que le ayudaron a ver qué es lo que Dios quería de él. Esta oración gira en torno a la importancia de contar con esos testigos en nuestro recorrido como creyentes.

   – 6 a 8 años: En el frío invierno, a Damián y a sus hermanos les encantaba oír las historias de los santos que su madre les contaba cerca de la chimenea. Había un santo que llamaba especialmente la atención a Damián: san Francisco Javier, el gran misionero que recorrió muchísimos kilómetros para dar a conocer a Jesús. Damián quería ser de mayor como Francisco Javier.            

Oración: Señor, queremos aprender muchas cosas de los santos, que son los mejores amigos de Jesús. Como Damián vamos a estar atentos a sus vidas para aprender a amar como ellos. 

– 9 a 12 años:

En el frío invierno, a Damián y a sus hermanos les encantaba oír las historias de los santos que su madre les contaba cerca de la chimenea. Había un santo que llamaba especialmente la atención a Damián: san Francisco Javier, el gran misionero que recorrió muchísimos kilómetros para dar a conocer a Jesús. Damián quería ser de mayor como Francisco Javier, era para él un modelo y un ejemplo a seguir.

             Oración: Señor, queremos aprender de los santos, que son los mejores amigos de Jesús, todo aquello que nos ayude a ser mejores amigos tuyos y mejores personas con cuantos nos rodean. Como Damián, queremos dejarnos influenciar por buenas influencias, como son los santos y todos aquellos que quieren en la vida hacer el bien. 

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