Ayúdanos a llegar a la meta del AMOR
Mt 4,1-11
Comenzamos el primer domingo de Cuaresma pisando fuerte, con un evangelio que despierta nuestros posibles letargos y nos pone en clave de conversión, renovación y búsqueda de la voluntad de Dios, en medio del desierto que, en muchas ocasiones, nos ofrece la propia vida.
Tentaciones de ayer y de hoy, que tocan dimensiones fundamentales de la persona humana: el tener, el poder y el ganar. ¿Quién no se ha sentido tentado nunca por ese tipo de ansias? Jesús pudo sortear esas pruebas del desierto y lo hizo porque tenía muy clara cuál era su meta: amar. Quien ama se ríe del tentador, de las tentaciones, porque está en otra clave, en otra onda. El que vence la tentación se ve rodeado de esos “ángeles” que pinta Patxi, que es la alegría rebosante del corazón que siente que su vida es “de” y “para” Dios.
Queridos amigos, entremos con ganas en este tiempo de pruebas y de gracia que es la cuaresma.
Oración: Ayúdanos, Señor, a superar la tentación y a llegar a la meta del AMOR.
Muy bonita tu meditación Fernando, y alentadora. Jesús, con su ejemplo nos enseña que nadie estamos exentos de padecer cualquier prueba.
Nos ayudará mucho en ésta cuaresma para prevenir las tentaciones , la oración, vivir más intensamente la caridad con el prójimo, rezar a menudo el padrenuestro, y con confianza la petición que hacemos en él: “no nos dejes caer en la tentación, concédenos la fuerza que necesitamos para permanecer fuertes en ella”
Venciendo las tentaciones, nos purificamos, nos desligamos mejor de las cosas de la tierra, nos hacemos más humildes!!
El demonio tienta, aprovechando las necesidades y debilidades de nuestra naturaleza human. En los momentos de debilidad y de cansancio, cuando estamos pasando una mala temporada, el demonio intensifique la tentación para que nuestras vidas tomen derroteros ajenos a la voluntada de Dios.
Con las tentaciones ,el demonio nos promete más de lo que puede darnos. La felicidad está muy lejos de sus manos.!!!!! Toda tentación es siempre un engaño, el demonio cuenta para probarnos, con nuestras ambiciones: tener, poder, ganar…., hacemos de ellas, falsos dioses que nos esclavizan. Los bienes materiales dejan de ser bienes si nos separan de Dios y de nuestros hermanos.
En ésta cuaresma tendremos que vigilar, en lucha constante, porque en nosotros, permanece la tendencia a desear la gloria humana, a pesar de haberle dicho a Dios muchas veces que no queremos otra gloria que la suya.
Ojala, con nuestra oración, más intensa que la que hacemos normalmente, seamos capaces de ir venciendo las tentaciones que nos ofrece “el tentador..”, ojala, sepamos vencerlas y nos veamos como tú dices ,rodeados de esos “ángeles” que nos ha pintado Patxi!!!
Me encomiendo a Nuestro Padre, que me ayude a poner mi mirada en su Reino, y como dice el salmo: “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?…
Una feliz y santa semana
Un abrazo/Pilar
Muy buen final, “el Señor es mi luz y mi salvación”, en esa confianza comenzamos este tiempo cuaresmal, Pilar. Un abrazo, Fernando ss.cc.