“¡Qué grande es tu fe!”
La insistente confianza de la mujer hace que se produzca la curación. Ella no se agarra a “flotadores” o “salvavidas” en medio de la tempestad que está viviendo. Se aferra, con toda la dificultad, únicamente a Jesús. Él es para ella el Salvador.
¡Cuánta gente que no está cercana a la Iglesia, al Evangelio, pero que tienen un corazón sincero y puro, quieren agarrarse a Jesús! Quizá los creyente podamos ayudarles, darles un empujoncito o facilitarles el camino.
Ante la actitud de esta mujer, que no pide para sí sino para su hija, podemos decir que lo que realmente salva es la fe. “Arraigados en Cristo, firmes en la fe” es el lema de la JMJ, por la que seguimos rezando ante la inminente llegada del Papa y de miles de jóvenes, que se unirán a los jóvenes españoles y a esta Iglesia que peregrina tras las huellas del Apóstol Santiago.
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