Tú nos proteges
¡Cuánta paciencia tiene Jesús con nosotros! Como el jardinero que no quiere que se pierdan ninguna de sus plantas, así también Él actúa con nosotros, para que no perdamos la oportunidad de poder crecer, desarrollarnos, darnos cuenta de la fe que recorre nuestras venas.
Jesús nos protege. Nos riega y enriquece sin medida. Protege nuestro ritmo, para que podamos despertar y algún día dar fruto. Pero no podemos aprovecharnos y echar en saco roto la protección de Jesús. Aprovechemos que el Señor está a nuestro lado para continuar nuestro crecimiento y que nuestra vida dé fruto abundante.
El Señor nos da mil oportunidades cada día para crecer. No seamos perezosos y continuemos nuestro proceso vital, tan entroncado con la fe.
Pedimos especialmente por la Iglesia, para que en este tiempo del final del ministerio de Benedicto XVI y el período de elección del nuevo papa estemos atentos a los clamores del mundo.
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