Trinidad: un regalo inagotable
Padre, Hijo y Espíritu son regalo. Puro regalo. El Padre se regala en el Hijo. El Hijo se nos da en el Espíritu.
La Trinidad es regalo. Dios mismo se nos dona, se nos regala, se nos ofrece. El regalo de Dios es la sonrisa del mundo. ¿Qué haría el mundo sin el Amor que viene del regalo que es el propio Dios?
Desde que hacemos la señal de la cruz por la mañana hasta el anochecer, ¡cuántos actos casi desapercibidos que vivimos inmersos en la corriente amorosa de la Trinidad!
Dios es comunidad. En ese regalo del Dios que se regala, también nosotros hemos de ser un regalo para los demás, no un “regalito”, sino regalo en toda su dimensión.
Preparémonos para la fiesta del Amor que no se termina, porque quien se dona por completo, al estilo de la Trinidad santa, termina por no tener fin. Conectados al Amor inagotable la vida tiene otro color.
Compartirmos también con los amigos del blog una canción de Pilar y María, de la Fraternidad Seglar en el Corazón de Cristo, muy adecuada para inspirar nuestra oración en estos días:
¡Genial el dibujo de Fano para este próximo domingo! . Una muy buena reflexión por tu parte, que me llevo a mi blog. (Todas las semanas, en la barra lateral, con el dibujo de Fano pongo un enlace a tu blog; tus buenas explicaciones le sirven a muchas personas, incluida yo, claro está). Muchas gracias, Fernando. Un abrazo
Muchísimas gracias a ti, Isabel. Como dice Patxi V. Fano, “internet es un milagro”, el milagro del compartir. Un fuerte abrazo, Fernando ss.cc.
[…] La Trinidad: un regalo inagotable, por el P. Fernando Cordero, ss.cc. en Kamiano, el Blog de Damián para […]
Hermosa la canción de Pilar y María.