Tu pan nos multiplica las fuerzas para amar
El Pan de Vida, que es la Eucaristía, nos multiplica las ganas para amar, nos convierte en custodias vivas del Amor de Cristo. En el trabajo, en casa, con los enfermos, educando, en el taxi, en la tienda. Pero también en la tristeza, la incertidumbre, el paro… Jesús es nuestro alimento, el pan que nos contagia las ganas de vivir y de amar.
Tenemos mil oportunidades cada día de trasladar la comunión que recibimos en buenas acciones al servicio de nuestros hermanos. La intimidad con Cristo se traslada a la necesidad del hermanos. Comunicamos el encuentro al acoger a los otros como si fueran el propio Cristo.
Preparémonos para el día del Corpus. Saquemos brillo a la custodia de nuestra vida. Brillo de entrega, generosidad, caridad, fraternidad, alegría, compromiso… Las grandes palabras que solo tienen sentido si las actualizamos en gestos concretos.
Gracias a Fano y también gracias a ti Fernando (hermosa reflexión que has hecho y que Fano plasma tan bien en su dibujo). Ojalá no desaprovechemos nunca esas oportunidades que se nos brindan de poner nuestro granito de arena al servicio a los demás. Un abrazo
Gracias por colocar los dibujos de patxi, me encantan y los utilizo todos los domingos para la cartelera en mi parroquia y cualquier actividad que se me presente. Pertenezco al grupo de la Infancia Misionera con los niños ,quiero saber si es posible que patxi nos pueda realizar un dibujo para un encuentro que tenemos con las familias el tema es “Familia Misionera primeras evangelizadoras”
Agradezco su colaboración y en espera de una respuesta positiva. Que Dios los bendiga y permanezca ese Espíritu Santo en cada uno de sus corazones.
[…] Tu pan nos multiplica las fuerzas para amar, reflexión del P. Fernando Cordero, ss.cc en Kamiano el blog de Damián para […]
Muchas gracias por los comentarios, vivamos una comprometida fiesta del Corpus. Fernando ss.cc.
Reconozcamos la presencia de Dios en nosotros en cada momento ya que Él habita en nosotros y nos hace morada de su cuerpo y de su Espíritu. Alegrémonos pues Dios se enorgullece de tenernos por morada.
Fano y Padre Fernando muchas gracias por esta bella reflexión.