Dios de la Vida
Dios de la Vida, inúndanos con tu Luz. No nos dejes caer en la muerte de la oscuridad, el egoísmo, el desenfreno, la insolidaridad. Te pertenecemos y no descansaremos hasta estar cobijados en tu Amor.
Ojalá aprendamos cuál es nuestra meta, tan íntimamente unida con nuestro origen. Venimos y vamos a la Vida. Y peregrinos podemos también alcanzarla aquí, si nos dejamos conducir por el Espíritu del Resucitado.
Hace falta creer en el Dios de la Vida ante tanta muerte que desgarra corazones y quema futuros. Creer para apasionarnos con lo que significa vivir plenamente y ser para los demás. Vivir en el “des-centramiento” de la entrega, la alegría y la fraternidad.
Vida. Tú eres el Dios de la Vida, no nos dejes caer en la tentación de creernos que el fin es muerte y destrucción. Miremos la realidad con los ojos de Jesús Resucitado y con los de María, la primera creyente, modelo de fe en el Amor y en la Vida.
Hola gracias por lo que haceis me encanta y me gustaria mantener el contacto con vosotros . Paxi es genial !!!!