Las cuatro de la tarde

Jn 1,35-42 A Juan no se le ha olvidado que eran las cuatro de la tarde. Una hora que jamás podrán dejar de recordar. Es la hora no de hacerse preguntas sino del seguimiento. No se puede ser discípulo sin seguir al Maestro, sin vivir como Él y con Él. Las cuatro de la tarde. […]