Con el agua comenzó todo
Lc 3,15-16.21-22
El Espíritu revolotea sobre nuestra vida y se convierte en vida en el bautismo. Agua y fuego, Espíritu y vida nos comunican el Amor del Padre que, en el Predilecto, nos hace también a nosotros garantes de su inagotable don-donación.
Abrámonos al Espíritu, que lo hace todo nuevo, que se filtra alegre en nuestra existencia para que nos volvamos más hacia Dios. Que en la lucha por la paz y la justicia en tantos países, el Espíritu conduzca a los pueblos por sus veredas, donde alcanzarán la plenitud y una historia digna.
Recordemos nuestro bautismo. Agradezcámosle al Señor este don. Y el Domingo a hacernos la señal de la cruz con agua bendita como memoria de tan extraordinario día, que “empapó” para siempre nuestra vida.
Dibu: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero ss.cc.
Que en la lucha por la paz y la justicia en tantos países, el Espíritu conduzca a los pueblos por sus veredas, donde alcanzarán la plenitud y una historia digna.