Kamiano

Desde Asís, enclave de movimientos, como los franciscanos y los valdenses en la Baja Edad Media, iniciamos 2021 con deseos de paz. Al mismo tiempo, continuamos nuestra aproximación a las beguinas. En esta ocasión estudiamos la relación de las beguinas con otros movimientos, de la mano de la teóloga Cristina Inogés Sanz. Puedes ver el programa haciendo clic en la foto de más arriba.

Valdenses, franciscanos y beguinas tuvieron dos puntos en común: su amor a la pobreza y su aprecio por la formación bíblica. Recordamos el capítulo de las esteras en el que participó san Antonio de Padua. El marco gráfico de Asís nos permite recrear en nuestra mente el marco urbano donde vivieron las beguinas en muchos países de Europa, aunque para nosotros ahora sea solamente una hipótesis: las ciudades medievales eran muy similares. Las urbes fueron los lugares en que las beguinas eligieron para asentarse y vivir la forma de vida que habían elegido. Aunque Asís no sea un lugar muy beguino, toda la zona de lo que hoy es la región de Umbría, fue lugar de encuentro de dos los movimientos más importantes del momento: los franciscanos y los valdenses.

Las beguinas, con su peculiar forma de vida, tienen en común con estos movimientos dos puntos importantes: la pobreza de vida -aunque ellas nunca fueron mendicantes- y la pasión por dar a conocer la biblia. Las beguinas, seguidoras en su literatura del “amor cortés”, escriben con un lenguaje muy poético que tiene entre sus características, unas peculiares formas de dirigirse a Dios o a Jesucristo. La influencia de las beguinas ha cruzado fronteras geográficas, culturales y cronológicas.

Cristina hace una bonita comparación entre las beguinas y las voluntarias de Manos Unidas. Interviene también en el programa la estudiante de teología Paula Vega, que formula un par de preguntas a Cristina.

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