Libertad incondicionada
Nuestras quejas vienen de un falso principio: Le exigimos a la vida. “Yo tengo derecho a esto y aquello”. “¿Por qué no voy a tener un chalet como fulano y un tipazo como mengana?”. Podemos desear, claro; y, si lo deseamos mucho y sin angustia, hasta podemos conseguirlo. Pero luego hemos de atenernos a las […]