“El teólogo prohibido”
La escribí hace años, cuando estaba en auge la Teología de la Liberación. Reflejaba en cierta manera aquella Iglesia de Juan Pablo II y el cardenal Ratzinger y la lucha en Latinoamérica a favor de los últimos. Al revisarla ahora compruebo que la utopía con que terminaba no se ha cumplido. Pero constato que no ha perdido actualidad y sueño con que algún día pueda realizarse su profecía. Ahora la pongo al alcance de todos. Nadie se quejará por el precio. Está accesible como libro electrónico en Kindle de Amazón por 1,60 €. Se llamó en su día “Esto es mi cuerpo”. Le he cambiado el título porque creo que aclara mejor el contenido. No hace falta tener un lector electrónico Kindle. En la misma página hay programas gratuitos para leerla en el PC o en un smartphone (teléfono inteligente) sea el Iphone o cualquier otro con el sistema Android, incluidas también las tablets de Apple y de Android, es decir prácticamente todas.
Está accesible aquí
Carlos Ribera, sacerdote y polémico teólogo de la liberación de origen español, que trabaja en una sencilla parroquia situada en el epicentro de la pobreza y la injusticia de un conflictivo país centroamericano, recibe el mismo día dos noticias que marcarán para siempre su vida: la violación y asesinato de la joven catequista Delia, de la que se sentía platónicamente enamorado, y una carta urgente de Roma, llamándole a declarar de forma terminante ante los tribunales vaticanos sobre la ortodoxia de su obra teológica.
La trama narrativa aborda al mismo tiempo las pesquisas para encontrar a los verdaderos asesinos de Delia y un viaje iniciático de Carlos a la Roma donde se formó, y a sus raíces personales, que se hunden en una familia castellana de la España franquista, precisamente cuando atraviesa el momento clave de su crisis humana, afectiva y espiritual, ya en el meridiano de su vida.
Novela-reportaje, que presenta en un cuadro lleno de color y dramatismo los problemas, tensiones y esperanzas de los cristianos comprometidos con la fe y la justicia en los momentos de auge de la Teología de la Liberación. Al mismo tiempo un thriller con la investigación de un asesinato y el drama de un ser humano comprometido con el significado cósmico de las palabras de la consagración “esto es mi cuerpo”, que se extienden más allá del rito, por el sacrificio sacerdotal, a toda la materia: la liberación de los pobres, el amor humano, la muerte y la vida.
Una gran novela. La leí en su día y la recomiendo a cualquiera que quiera evocar los problemas de la Teología de la Liberación en sus momentos de apogeo.
¡Qué poco han cambiado las cosas! ¿Quién le iba entonces a decir al autor que Ratzinger iba a convertirse en papa? ¡Y tú, Pedro, que soñabas entonces en tu obra con un Juan XXIV!
Pero, por qué no soñar. La utopía sigue viva.