Depre postelediario
En las últimas décadas el consumo de información ha aumentado de forma sorprendente. Lo que para nuestros abuelos era lectura sosegada de un periódico y escuchar alguna emisora de radio se ha convertido en una avalancha de noticias a todas horas con el imprescindible teléfono móvil, Internet, la Tablet y todos los accesos instantáneos a la actualidad. Bueno es estar informados y participar de las inquietudes y acontecimientos de la “aldea global”. Pero, igual que nuestro estómago tiene sus límites y sobrepasarlo perjudica nuestra salud, el consumo excesivo de noticias provoca cólicos mentales.
Uno de los más graves de nuestro tiempo es sin duda lo que podríamos llamar la “depre postelediario” o el efecto que produce en nuestro subconsciente del bombardeo de noticias negativas: crisis, guerras, terrorismo, accidentes, corrupción, asesinatos, catástrofes, violencia de género, deterioro ecológico, pobreza, injusticias. Acaba por crear un sentimiento de culpabilidad colectiva.
El otro extremo es el del avestruz o huida de la realidad, no querer enterarse de nada, no saber nada. Esto conduce al ostracismo y falta de compromiso con las grandes causas de la humanidad, algo que no es humano ni cristiano.
¿Qué hacer? Ni convertirse en el hombre-noticia de la foto, empapelado de información o dominado por ella, ni el aislado de la vida real con orejeras para todo. Consumir mi ración de noticias cada día desde un sano parapeto de relativismo, serenidad, humor y esperanza. Pues “bástale a cada día su propio afán” (Mt. 6,34) o “El ayer pasó, el mañana no ha llegado. Llena bien el hoy que tienes en tu mano”.
DEPRE SUFRIDA LUEGO DE VER Y ESCUCHAR UN TELEDIARIO, ES UN MAL MENOR, COMPARADO CON EL MIEDO DE PARTICIPAR EN EVENTOS, COMPARTIR LUGARES PÚBLICOS O HACER UNA SIMPLE CAMINATA EN UN PARQUE O AVENIDA. EVITO VER LOS NOTICIEROS O ESCUCHAR A LOS COMENTARISTAS, PARA ASÍ PODER DORMIR TRANQUILA Y EN PAZ. PREFIERO ENTERARME LEYÉNDOLAS EN LOS PERIÓDICOS, SIEMPRE Y CUANDO TENGA TIEMPO. NO SOY INDIFERENTE A LOS MALES AJENOS, PUES TENGO LOS DE MI PAÍS, QUE ME HACEN SUFRIR MUCHO, VECINOS, AMIGOS, Y LOS MÍOS, COMO TODO MORTAL.
Somos como los pordioseros que llevan un morral al hombre, donde van guardando toda la basuram desde periodicos viejos que utilizan para tapizar el suelo o cubrirse por las noches. En nuestra mente llevamos una historia incoherente la mayoria que no entendemos pero que estan en el telediario todos los dias y nos bombardean a diario, por lo meos el pordiosero sabe que hacer con los periodicos viejos y nosotros no sabemos que hacer con tanta informacion malsana. Aqui es cuando nuestro mecanismo de defensa entra en juego antes de que llegue la depression, la ansiedad o la angustia, ponemos la muralla de la INDIFERENCIA antes de sentirme interpelada por la situacion. No hemos aprendido a dejar el ayer en el ayer y el future en el manana, triste verdad vivimos del pasado en el pasado pensando en que manana sera major y el presente…que es el unico que nos pertenece lo pasamos sin haberlo vivido. Sera por esto que no hemos entendido las sabias palabras del evangelista Mateo? CADA DIA SU PROPIO AFAN.