“El alcohol no es divertido”

logalrexMi amigo Enrique, cura rural de a pie en Miajadas me hace llegar esta reflexión, que es síntesis de lo que piensan los alcohólicos rehabilitados, que él acompaña, y que quieren hacer llegar a la sociedad y especialmente a los jóvenes.

EL ALCOHOL NO ES DIVERTIDO.-

Seguimos con interés, en estos días, los debates y reacciones que a tanta gente ocupa y preocupa en torno a los jóvenes, el alcohol y el botellón.

  Nuestra aportación, como alcohólicos rehabilitados, quiere ser una opinión, sencilla y sincera, deteniéndonos más en las causas, que por otra parte no vemos mucho en las declaraciones que se hacen al respecto.

En nuestra cultura y estilos de vida el consumo de alcohol es un hábito normalmente aceptado por la mayoría… Pero del consumo tradicional se ha pasado a “la cultura del consumo de alcohol” entre los jóvenes, que se manifiesta: en una manera de divertirse, con su manera de estar y relacionarse; el fin de semana, sobre todo la noche…es como la columna vertebral que articula el tiempo libre y las relaciones sociales de los adolescentes y jóvenes. Hay una clara relación entre el consumo de alcohol y la noche. En una encuesta que realizó la Junta de Extremadura se advierte que entre el 60 o 70% de adolescentes y jóvenes beben en la noche, de los que el 30% de los usuarios del botellón son menores de edad y que la mitad se inicia en el consumo de otras drogas.

Veamos las causas de esta situación, porque en la medida que seamos lúcidos en el análisis del problema, podremos encontrar soluciones. Y la raíz es múltiple, no podemos ser simplistas al achacar la responsabilidad de una manera unidireccional solo en los padres. Veamos y nos centremos en tres, principalmente.

Causas de tipo personal.-

 “Los muchachos dejan de ser y empiezan a parecer” que decía un escritor, están atrapados por una publicidad incitante con un mensaje claro: tú eres por lo que tienes. Si a esto unimos la todavía débil voluntad, unido al efecto desinhibidor que facilita la comunicación, el ligue…tendremos que no habrá acontecimiento donde el alcohol no esté presente; es curioso que incluso los sacramentos, Vg. la confirmación, terminan celebrándose con un botellón.

 En ciertos ambientes es valorado socialmente el joven que rompe normas, que consume, que tiene dinero, que “sabe vivir y beber”. Por eso no nos sorprende  la rapidez con que se genera tolerancia y dependencia. El 84,2% declara su consumo alguna vez y el 43,9% los fines de semana. (Encues. Junta de Extremadura).

Causas de tipo social y educacional.

La reflexión continuada en esta Asociación de Alcohólicos nos hace pensar que este aparente desmadre de nuestra juventud no es natural, sino inducido. Es una adolescencia pensada por adultos, y presentada como modelo de actuación a los jóvenes. Es la presión de un mundo adulto, entre otras cosas por razones comerciales, la que está reduciendo el periodo infantil, y lanzando, sobre todo a los chicos/as, a un mundo obsesivamente vacío, sin sentido, sin valores. Es un modelo de sociedad en la que el individualismo, el monetarismo y la competitividad priman como valores y nos orientan a configurar nuestra identidad. Y en esta dinámica, los padres caemos, cuando no muchas veces alentamos y reforzamos, sin darnos cuenta.

Y los jóvenes son como el cristal que transparentan este modelo. Ellos no lo han creado, simplemente lo reflejan.

 No valen los ideales, los valores éticos, lo transcendente: salir de uno mismo para realizarse en y por los otros. En la familia oímos con frecuencia: “¡Tú, a lo tuyo, hijo!” o “un buen puesto de trabajo y a vivir, que son dos días”, más que la fidelidad a lo que te has comprometido, cueste lo que cueste. Si no hay contenido altruista en sus vidas, no habrá contento, luego habrá que llenar la vida de “otros contenidos”.

Causas de tipo comercial.-

Uno de los sectores principales económicos de nuestro país gira alrededor del alcohol. Unos datos nada más: España ocupa el 7º lugar del mundo en el consumo de alcohol (10 litros de alcohol puro per capita). Existen 250.000 puntos de venta, 1 por cada 150 habitantes. Viven directamente de su producción y comercialización 300.000 personas.

Para dinamizar su consumo la publicidad se centra principalmente en los jóvenes como grupo diana para fomentar su consumo. Si a esto añadimos que nuestra cultura y civilización ha estado impregnada de ello, no nos puede extrañar que se pierda la conciencia de que el alcohol sea una droga. En la encuesta aludida solo el 42% de los adolescentes perciben que el consumo de alcohol tenga riesgos para su salud.

¿Qué podemos hacer?  Mucho y bueno, aunque la respuesta es compleja y debe ser global.

Partimos de que tenemos cariño a los jóvenes, son nuestros y nosotros de ellos. De que tienen muchos valores que están enterrados: autenticidad, transparencia, voluntariado, buscan un mundo más solidario…pues ¡pongamos manos a la obra! De manera telegráfica, casi como enunciados, pediriamos:

A los padres y madres.- Que la educación es de los dos, romper el papel tradicional de “…que eso es de la mujer”, mejorar la calidad de la comunicación con los hijos, el compromiso en todos los cauces participativos será acción transformadora en el ambiente que no nos gusta y “referentes-ejemplares” que vuestros hijos necesitan, búsqueda, con ellos y demás sectores sociales, de alternativas en la educación del ocio. Hay que romper la relación alcohol-diversión.

A nuestros Ayuntamientos.- Aplaudimos todo lo que están haciendo en beneficio del deporte, cultura, música, prevención… Pero no “os dejéis meter goles” al conceder espacios municipales donde se ha bebido alcohol a raudales y se pasa droga, sin ningún control, con la presencia de menores. Invertid en la educación del tiempo libre.

Centros de enseñanzas, AMPAS. Nada mejor que la educación preventiva. Alentad y, que no decaigan, las escuelas de padres. A nadie, por ser padre, se le dio la patente de saber educar.

A las parroquias.-  Seguid acompañando a grupos de niños y jóvenes. No solo por el valor de la fe, sino también por lo que lleva de educativo en tantos valores la dimensión transcendente. Tenéis mucho que hacer en el tiempo libre, campamento de verano…

Hay un proverbio africano que dice: “Hace falta un pueblo entero para educar a un niño”. Lo mencionamos, porque demuestra una gran sabiduría. Hace falta que estemos todos a una para encarar la cuestión educativa de nuestros jóvenes.

 

                                                                          ENRIQUE GÓMEZ RODRÍGUEZ.

                                                                          Terapeuta de ALREX. Miajadas,