El estudio según el Reino (II)

DSCN4804CLAVES FUNDAMENTALES DE CONVERSIÓN EN EL ESTUDIO:

Del estudio como inversión al estudio como desarrollo

Cuando una persona invierte lo hace para obtener unos beneficios, así es entendido en el ámbito de la economía de donde se saca este concepto. Trasladando este esquema el mundo de la educación nos encontramos con que todos los agentes presentes en este ámbito utilizan la regla de la inversión:

           

Yo estudio para que el día de mañana…

            Yo enseño para que a fin de mes…

            Y así sucesivamente.

Y es normal y necesario que los estudiantes seamos conscientes de que estudiamos nosotros y para nosotros. Nosotros somos los sujetos de la inversión. Lo que ocurre que a la hora de entender esta inversión se puede, y de echo se da, una visión reductora de lo humano si no se tiene en cuenta una visión solidaria y global, se trataría de una inversión pragmática, centrada, por ejemplo, en una especialización con fines meramente laborales. Sería una inversión en la que los beneficios que supone estudiar fuesen los mayores posibles y los costes, lo que se arriesga, fuesen los mínimos y cuyo beneficio revertiesen en una sola persona.

De lo que se trata, al fin y al cabo, es de si hemos de educarnos solamente para trabajar o educarnos para ser persona.

Frente a este estudio como inversión, hay otra manera de entender la inversión que nos lleva a estudiar en la Universidad para adquirir una formación que no se limita a unos contenidos que nos harían no tener que volver a estudiar nunca más, sino que hemos de añadir dos componentes esenciales:

-Es necesario que en nuestra formación conjuguemos los contenidos teóricos con un conocimiento de la realidad de nuestro entorno. Sólo así seremos agentes de transformación. Si no conocemos nuestra realidad no podremos hacernos cargo de ella.

–  Hemos de adquirir una serie de intuiciones de manera que se despierte en nosotros la curiosidad por sentir la realidad e incidir en ella.

Este modo de invertir en el estudio es lo que entendemos por un estudio como desarrollo de la persona, en el que la formación integral de la persona se ponga en primer plano y los otros nos lleguen a doler. Para que esto sea posible hace falta que nos dejemos interpelar por el entorno.

DSC_0116Un estudio solidario frente a un estudio individual.

También aquí encontramos dos formas de situarnos ante el estudio. Es fácil situarme en la universidad preocupándome egoístamente por mi futuro, preocupándome solamente por las posibilidades de empleo. En este tipo de estudio los compañeros son la competencia para encontrar empleo el día de mañana. Este es un estudio individualista, que nos lleva a hacer un estudio solitario buscando nuestro propio interés y fomentando el “sálvese quien pueda”. Frente a este estudio podemos hacer un estudio en que entren los otros, un estudio que lleve al intercambio de descubrimientos e ideas, cooperando en la tarea del estudio, con un planteamiento de solidaridad, para que nadie se quede atrás ante la complejidad y la dificultad de algunas materias o trabajos, en un ambiente, como es la universidad, ya de por sí bastante individualista, en el que el protagonismo de que cada alumno se disuelve en la masa, llegando a ser anónimo. Un estudio en el que antepongamos las necesidades del otro por encima de mis propios deseos, en el que yo me deje afectar por los otros y lleguen a dolerme como parte de mi propia realidad, ese es un estudio comunitario, solidario. La universidad, como antes hemos dicho puede favorecer un ambiente individualista, pero en ella también podemos encontrar oportunidades para realizar un estudio comunitario.

Un estudio indiferente o un estudio crítico

foto_misaUn estudio indiferente es un estudio en el cual no nos afecta la realidad, que bajo la máscara de estudio pretendidamente neutral, es una forma de recibir todos los contenidos de forma acrítica, de manera pasiva (estudio desencarnado). Lo único importante es tomar apuntes (o fotocopiarlos) y aprobar. Pero podemos realizar un estudio crítico, pues no todo lo que nos cuentan tiene que ser cierto, ni hay verdades objetivas en ninguna disciplina. Nos llevaría a un estudio contrastado con otras fuentes de saber, revistas, organizaciones, charlas, otros profesores o alumnos, etc. Un estudio encarnado, que nos llevará a estar comprometidos con la realidad social, buscando la relación existente entre mis materias y los problemas de diferente índole que encuentro a mi alrededor. Un estudio creativo, capaz de hacer propuestas, con una manera propia y personalizada de ir entendiendo mi carrera. Estudio participativo, con presencia activa allí donde estemos, que aprovechemos los cauces de investigación y trabajo práctico para poner nuestros conocimientos al servicio de la sociedad de una manera real y efectiva (Trabajos fin de carrera, Tesinas, trabajos de evaluación, Proyectos…).

Un estudio agobiante o liberador

abrazo-palabrasSi vivimos el estudio como una carga, si el estudio simplemente es meterse los apuntes en la cabeza para soltarlos en el examen y así ir salvando obstáculos hasta terminar, estaremos haciendo un estudio agobiante, en el que estamos echando cargas sobre nosotros, es un estudio esclavizante de la propia persona. Pero muy diferente es un estudio que nos ayuda a formarnos como personas, en un momento de la vida en el que se está fraguando nuestra persona. El criterio es la persona, no podemos olvidar su centralidad. Si hacemos un estudio que sirva para algo más que servir para nada, descubriremos la dimensión liberadora del estudio, en principio, de cara a nosotros que debemos ser los protagonistas, y, además, liberador de cara a los demás cuando dejemos que estos nos interpelen y nos duelan.

Estudio esperanzado frente a estudio desesperanzado

“En la universidad, los jóvenes no arreglan el mundo tres veces al día, como hacían en los 60; arreglarlo no importa nada, aunque tengan 18 o 19 años; lo que les importa es la profesión”. Nuestro estudio no puede hacernos ser agentes de desesperanza, personas conformistas que transmitamos que otro mundo (u otro estudio) no es posible. La posibilidad de estudiar, posibilidad que no tiene la inmensa mayoría de los jóvenes del mundo, nos hace contraer una inmensa deuda con nuestra sociedad. Un estudio esperanzado es aquel que nos hacer ver oportunidades en nuestro estudio, sobre todo de cara a trabajar en la transformación de aquello que nos esclaviza.

Un estudio desde el éxito o un estudio para el servicio

jesus panUn estudio solamente centrado en la consecución de un expediente excelente, en sacar la mejor nota, en el mínimo tiempo, con el menor esfuerzo podrá responder perfectamente al mercado laboral que nos exige e impone la sociedad, habría que poner en tela de juicio el estilo de persona que construye ese estudio, suponiendo que construya la persona. Podemos decir que un estudio que no sirve, no sirve para nada. Diferente es un estudio que ayude a descubrir donde estás llamado a realizar tu labor personal (vocación), en el que un criterio decisivo sea donde y como vas a poder servir más y mejor a los otros y todo eso a la vez que tú vas siendo más persona, porque el ir siendo yo en vez de oponerse a la alteridad la necesita e implica. Un estudio que no nos lleve a situarnos por encima del otro, por el simple hecho de nuestra preparación intelectual, sino que nos lleve a ponernos al servicio suyo, para poder trabajar por la libertad, la promoción de la persona, la igualdad y la solidaridad.

Un estudio organizado o un estudio desorganizado

tareas_escolaresFrente a un estudio desorganizado, en el que estudiemos solamente cuando llega la fecha de los exámenes, cuando nos sobra tiempo de otras cosas, como si el estudio fuese para nosotros una cosa más entre otras muchas, podemos hacer un estudio de forma organizada, siendo nosotros los protagonistas de nuestro estudio, no dejando que los agobios de última hora se apoderen de nosotros. Un estudio organizado nos hará estudiar de forma constante y nos llevará a integrar nuestro estudio dentro de nuestra persona como la dedicación más importante que tenemos ahora: formarnos como persona. En un estudio organizado podemos preocuparnos más por formarnos que por aprovechar la última oportunidad para aprobar. Podremos hacer un estudio crítico, para los otros, contrastado con otras fuentes de información y que nos haga formarnos integralmente si nos organizamos.

3 Responses to “El estudio según el Reino (II)”

  1. ánimo, te veo como un chaval, cogido por el entusiasmo que nos arrastra.
    Usaremos este material… merece la pena.
    Un saludo y buen trabajo

  2. Gracias por todo Pepe,nos das vida abundante a los jóvenes en cada encuentro contigo!eres la caña!
    Feliz Navidad!! besos

  3. Me alegra recibir este comentario tuyo. Tú ya sabes que soy el que recibo en cada encuentro con vosotros, sois mi familia y me hacéis sentir padre, hermano, amigo….. Doy gracias a vosotros y por el Belén viviente que formamos entre todos. Un abrazo: Pepe.