Tesis teológicas para tiempo de crisis (VIII)

CRUZ iOctava tesis:    “…por la señal de la santa cruz”

 “El lenguaje de la cruz, en efecto, … es poder de Dios …Dios ha querido salvar a los creyentes por  la locura del mensaje que predicamos. Porque mientras los judios piden milagros y los griegos buscan sabiduría, nosotros predicamos a un Cristo crucificado, que es escándalo para los judíos y locura para los paganos. Mas para los que han sido llamados… se trata de un Cristo que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios…”(1Cor 1,18.21-24)

 Teológicamente necesitamos recobrar continuamente esta señal, lo cual es imposible sin los crucificados de nuestro mundo actual, recobramos la señal cuando los recobramos a ellos.

jornada-paz785La cruz  que viene con el Reino no es la designación de los males en manos del Padre, sino la contradicción que engendra el anuncio del Reino a los más débiles,  que desajusta toda estructura aseguradora e injusta. Las resistencias personales, culturales, económicas, ambientales, religiosas e incluso de los mismos pobres y familia, hasta de los  propios discípulos son las que elaboran el verdadero material de la cruz. Pero tal cruz no es sino un signo del camino real del Reino: “Dichosos vosotros cuando os insulten, os persigan o digan contra vosotros toda clase de calumnias por mi causa. Alegraos y regocijaos…”(Mt 5,11-12)

Una Iglesia que no sufre persecución viviendo en un mundo injusto, lleno de pobreza, ha de preguntarse si está sirviendo al Reino de Dios, a la causa y al nombre de Jesús.

La Iglesia que anuncia a Jesucristo y da testimonio de El ha de andar por caminos que le cargan la cruz; cruz que es signo de buena noticia de liberación para los crucificados de nuestro mundo, noticia de un Dios compasivo y misericordioso.

 cruzFrente a un  sistema del placer  absoluto y de  una humanidad indolora hemos de desarrollar la cultura de la entrega y del compromiso que a veces es dolor a favor del hermano dolorido para calmarle y consolarle, recuperándolos para la vida, siendo testigos  vivos del Jesús- Buen samaritano. Este dolor entregado en el amor para dar vida    es presencia del crucificado- glorificado que vive para siempre y que transforma dolor en gloria y sufrimiento en alegría.

Necesitamos una  cristología meta-paradigmática, fundamento de la nueva humanidad,  que nos posibilite leer nuestros acontecimientos y nuestra historia  en el acontecimiento de la pascua con actualidad.