Tesis teológicas para tiempo de crisis (X y última…)

 ” … y habrá un cielo nuevo y una tierra nueva”

 paisaje flores” Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva… Y dijo el que estaba sentado en el trono: he aquí que hago todas las cosas nuevas…. Me dijo finalmente: ¡Ya está hecho! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tenga sed, le daré a beber gratis de la fuente del agua de la vida. El vencedor recibirá esta herencia, pues yo seré su Dios y él será mi hijo” (Ap 21,1ª.5-7)

             “Estos son los que vienen de la gran tribulación que han  limpiado  sus mantos en la sangre del cordero” . Se anuncia el “Ya ” del cielo nuevo y la tierra nueva para conectar con el “todavía no” de la plenitud, supone el compromiso histórico por la paz y la justicia con las claves de la fe y el amor.

             Todo escape del compromiso obstaculiza el proceso del Reino y la credibilidad del mismo, a la vez que imposibilita la verdadera experiencia de Dios. Somos respecto al cielo nuevo y la tierra nueva como el grano de mostaza en medio de la historia, fundamentados en la persona de Cristo sobre el que vamos construyendo lo que permanece para siempre.

           20070211

Una Iglesia que anuncia el cielo nuevo y la tierra nueva ha de andar por los caminos del hombre  restaurado y rehabilitado que desde las experiencias históricas , pequeñas y concretas – pequeños relatos – proclama la grandeza de los inesperado y de lo que nos supera.

            ES necesario una iglesia sin límites que abierta   a  la esperanza en Jesucristo promueve los signos que el Espíritu del resucitado realiza en la historia.

 Frente a la grandeza de los milagros presentamos lo milagroso de lo pequeño que se universaliza en la novedad absoluta del corazón del Padre. Los pequeños signos del cielo nuevo  y la tierra nueva no se dan sin la incorporación de los hombres, especialmente  de los pequeños, en la mesa – casa de la humanidad – de Dios.

            Necesitamos una reflexión escatológica que ofrezca sentido a los pequeños relatos que consumimos en nuestro mundo y que nos abran a una verdadera esperanza.