OCHO Y VEINTICINCO

Indigente-Malaga_10533OPINIÓN

Ocho y veinticinco

29.01.10 – 00:10
JOSÉ MORENO LOSADA | DEL MOVIMIENTO DE PROFESIONALES CRISTIANOS
LAS enfermeras de urgencia del Perpetuo Socorro, en Badajoz, le han preguntado a la coordinadora qué ponían en el cartel de la persona que acababa de morir -suelen escribir siempre el nombre y los apellidos del fallecido-, y ella tras silenciarse y pensar un poco, les ha dicho que deben poner «ocho y veinticinco». Es el único dato que aparece en la burocracia de entrada del paciente en el hospital esa mañana, sólo está tabulada la hora en que se inició el contacto con el enfermo. Lo habían recogido de la calle en la que estaba tendido y sólo; no hay nada que le identifique. Era un transeúnte que vivía en la calle, uno más de los que no sabemos absolutamente nada y que puede morir de frío. Un muerto anónimo en el desconocimiento de todos; sólo nos quedan sus huellas dactilares recogidas por la Policía para intentar localizar quién era. Probablemente no lleguemos a saber nada de él nunca. Murió cómo vivió, sin que nadie le echara cuenta; no estará en las noticias, y nadie se ocupará de su ausencia ni de su cadáver. Un caso que delata, una vez más en esta sociedad, la deshumanización.
Ha sido el hecho de vida que ha relatado Toni, una de las profesionales que participa en el grupo de revisión de vida en el que este año estamos tratando de adentrarnos en la reflexión acerca de la humanización de la sociedad desde las profesiones; estábamos tratando quienes son los que más sufren la deshumanización que se da en la sociedad y en los ámbitos profesionales. Claramente sufren más los más pobres y desprotegidos; cuando las estructuras se resienten y se deshumanizan, son los débiles los que se llevan la peor parte. Lo estamos viendo en esta situación de crisis que nos ha tocado vivir.
La riqueza de la reflexión ha estado en descubrir qué es y qué no es humanizar, y a quien enriquece este proceso cuando se da. Ha sido muy interesante darnos cuenta de que cuando vivimos con un espíritu humanizador en los ámbitos profesionales nos enriquecemos todos; el primer enriquecido es el mismo profesional, vivir desde las claves de la acogida, la escucha, la ternura, la confianza y la fe en el otro es curativo para el que lo ejerce y origina satisfacciones que de ningún otro modo se pueden lograr. Hemos recordado lo que dice Erich Fromm acerca de los que violentan y deshumanizan, que son personas frustradas en el amor: la violencia es el signo del amor frustrado. El horizonte que comenzamos a vislumbrar es la urgencia de la necesidad de recuperar la persona y ponerla en el centro del ser y el quehacer profesional; entender claramente que mi profesión se entiende desde la necesidad del otro y como el medio que tengo de relacionarme con él y enriquecerme en el ejercicio de un servicio que dignifica al que lo realiza y al que lo recibe. Es urgente volver a descubrir el bien interno de las profesiones, la razón de ser de las mismas.
En este punto nos hemos puesto a universalizar el hecho y no ha sido difícil descubrir las necesidades de humanización que se dan en nuestros entornos sociales y profesionales, quiénes son los que más sufren las consecuencias de la deshumanización cuando ésta se da en la Administración, o en los servicios públicos, o en los ámbitos profesionales concretos, así como en las empresas y otros trabajos especializados. Todo esto está siendo un primer paso de concienciación, deseamos entrar de lleno en el tema de humanizar nuestras profesiones, será apasionante seguir dándole vueltas y profundizando en la realidad para ver como sanarla y sanarnos a nosotros mismos.
Respecto al ‘ocho y veinticinco’ no dejo de darle vueltas al tema de los transeúntes que deambulan por las calles y viven a la intemperie. Durante las navidades, los medios de comunicación nos han hablado de tres instituciones que estaban preocupadas por este tema: Cáritas estaba haciendo un estudio de todos los que viven en las calles en Mérida y Badajoz para responder a sus necesidades atendiendo a sus características y demandas, conozco el proyecto y voluntarios que participan y los felicito por el tema y el modo de agenciarlo; Cruz Roja también hablaba de que salían por las noches con voluntarios para hablar con ellos y llevarles algo caliente; el Ayuntamiento de Badajoz también decía estar preocupado y llevando a cabo acciones. Sin embargo ‘ocho y veinticinco’ ha muerto sin nombre ni apellidos. Como mucha gente que colabora con una de estas instituciones, e incluso con las tres, yo lo hago con gusto, nos preguntamos: no sería mucho mejor que estas tres instituciones se sentaran juntas y se plantearan un proyecto común, que tuviera como centro a los pobres que están a la intemperie por encima de la identidad de cada una de ellas y que de verdad realizaran un planteamiento compartido que llevara a poner nombre y apellidos, desde la justicia y el compromiso, a todos los sin nombre. No estaría nada mal que el Ayuntamiento pacense liderara esta iniciativa de trabajo común y se lanzara de una vez por todas para propiciar el ejercicio de la ciudadanía a través de estas instituciones y su personal técnico y de voluntariado, dejando ese deseo de buscar glorias propias a costa de los que mueren sin nombre y apellidos.
Yo me quedo, como Toni, con el recuerdo de ‘ocho y veinticinco’ y más de un día haré a esa hora un minuto de silencio para escuchar atentamente la vida y acercarme a cualquier persona anónima que pase a mi lado para preguntarle su nombre y decirle el mío, como ha contado Agustín que hizo con la persona que se cruzaba todos los días al venir de llevar a sus hijos al colegio, después de tres años ya se llaman por sus nombres cuando se saludan y se desean los buenos días.
(Publicado en el diario regional “HOy” de Extremadura – 29 de Enero 2010)

9 Responses to “OCHO Y VEINTICINCO”

  1. Me ha gustado mucho, lo he imprimido y lo dejo en mi servicio para que todos lo lean!!
    Besos.

  2. Me ha encantado tu artículo… Aquí se ha creado una coordinadora de entidades que trabajamos con personas sin hogar para unir fuerzas y complementarnos… como decía una de las campañas de uni, no es más que “tejer redes de solidaridad”. Un abrazo a todos!!!

  3. Con artículos como este seguro q se remueven algunas conciencias, Pepe.
    Sobre todo entre la q ya es buena gente. Otra cosa será que se humanicen
    los banqueros, los ejecutivos depredadores y todos aquellos que ponen el
    afán desmedido de riqueza como prioridad en sus vidas…En la mayoría de
    las macroempresas todo lo que no es crecimiento se considera negativo, hay
    q crecer más y más y obtener más y más beneficios, y si hay q mandar al
    paro a treinta o cuarenta para pagar menos sueldos pues se hace…Para
    estos muchos será difícil que no sigamos siendo un simple número, un “ocho
    y veinticinco” más a quien pisotear. Saludos

  4. Gracias. Hay que ser luz y sal de la tierra. Un saludo. Ignacio. 02.02.10

  5. ^Pepe, estoy de acuerdo con todo lo que dices.
    Un saludo, Martín.

  6. hola Pepe : he leido tu articulo ,tu reflexion ,yo he trabajado con transeuntes y es muy dificil explicar en pocas lineas que se siente ante esa realidad ,habria que dar respuestas a situaciones que llevan a tantas personas a ese mundo ¿por que se llega a estar en la calle ?¿pobreza ,paro ,carencias afectivas ,desencuentros,drogas soledad ,etc etc etc ?yo hoy solo quiero decirte que he hecho mia tu ultima reflexion :hacer un minuto de silencio por ese hombre ,ya lo hago de vez en cuando ,pero para recordarlos (yo he conocido las muertes de algunos con los que comparti espacios de su vida rota , y a uno de ellos Manolo mi marido lo tuvo que identificar, estaba en una camara frigorifica y murio el dia de Navidad. era toxicomano y a ese chico sus circunstancias ,eran para mi ,al menos, las que le llevaron a la droga y a la calle ,presencio siendo pequeño como su padre mataba a su madre,duro¿verdad?imagino que no pudo con tanto dolor . tambien me quedo con lo que cuentas de Agustin que saluda a uno de la calle y se llaman por su nombre . palabras de tu homilia del domingo reconocer al otro ,nombrarlo es lo que necesitan de nosotros los que estan tirados en el camino por sabe DIOS que circunstancias ,ser compasivos ,porque nosotros ,haciendolo aprendemos a ser compasivos y tiernos con nosotros mismos ,Pepe :gracias me han venido bien las palabras que dijiste y el articulo que has escrito .amar y humanizar un beso manoli

  7. Estimado P. José:
    Me conmovió mucho su relato y me ha hecho reflexionar sobre mi propia actitud
    frente al pobre al que ayudamos. Sin lugar a dudas, cuando alguien se interesa
    por nuestro nombre y nos llama por él, nos habla de su real comunicación y
    consideración hacia con nosotros. Dicen que nuestro nombre pronunciado por
    otros es la mejor música para nuestros oídos… ¡Gracias por la generosidad de
    compartir su mirada!
    Soy de Río Tercero (provincia de Córdoba- ARGENTINA) y le confieso que he
    tenido que buscar en un diccionario enciclopédico dónde quedaba “Badajoz”… No
    sabía que estaba en España.
    Un saludo afectuoso.

  8. Muy bueno el artículo :Perpetuo.- Realmente para pensar, reflexionar, asimilar y poner en práctica en actitudes en actitudes concretas. Se lo he reenviado a compañeros de la parroquia y a otros amigos.
    Un saludo afectuoso a la distancia: Ruben.- (Pando, Canelones, Uruguay)

  9. acabo de leer tu escrito… me ha conmovido profundamente, pues lo
    primero q hago cuando atiendo a uno de esos transeúntes q vienen por aquí, es su
    nombre… No buscan nada, en realidad,,, simplemente están donde les toca estar y se
    amoldan a lo q les das o puedes darle… pero creo q lo más importante, es q alguien
    los llame por su nombre y les regale el oído con esa caricia… su nombre…
    muchas gracias, pepe…
    Un abrazo grande…
    P-A