“Oración en el huerto: soledad y miedo”

dolor11La oscuridad y el dolor en la soledad y el abandono.

La angustia y la tensión se masca en el huerto de los olivos. Jesús, auténtico y original, en su vida presiente que tiene pasar por el sello de la denominación de origen en su coherencia de hijo del Padre y de hermano de los hombres. Le toca entrar en la decisión de la radicalidad de entrega a los últimos; ahora se juega toda su verdad a una carta, o cede y flexiona ante un sistema de injusticia, o se mantiene en la voluntad del Padre, aun a costa de no verle y  no sentirle de ningún modo en este tránsito de la verdad y el amor.  Necesita orar y adentrarse en el corazón del Padre para vivir este momento de angustia y de sudor de lágrimas, en el que uno está solo de verdad y tiene que entregarse desde la fe más desnuda y el abandono más frío: “Dios mío, Dios mío por qué me has abandonado?”

No comunidad 012La pregunta de la vida  se hace dura y última  y uno no sabe como va a salir de ella, de todos modos entrega su vida al Padre. Recuerdo una mañana temprano al levantarme  y desayunar con el correo de la vida, con ese que llega a través de internet pero que a veces lleva la vida a borbotones, me encontré con un mensaje que se había escrito muy de noche y muy de dolor desde Montijo… a la vez que de mucha esperanza y entrega y que ahora me ayuda a reconocer la oración de Jesús en el huerto en este último año:

“Hola amigo: me gustaría compartir contigo la experiencia que me ha tocado vivir estos últimos días.
Yo, parece y según los que me ven, estoy cada día mejor, aunque para mí son falsas ilusiones… he estado muy mal, según me cuentan, pero yo me encontraba muy tranquila y relajada, me dejé llevar y decidí que ya no podía luchar más… he pasado unos días en los que no podía hacer absolutamente nada, ni siquiera pensar y los días pasaban sin darme ni cuenta… no voy a decir que haya sido una experiencia infernal, sino que creo que ha sido celestial… tú bien sabes de mis miedos a la muerte y al sufrimiento, pues éstos en esos días desaparecieron… todo me daba igual e iba repasando mi paso por la vida y las personas que me rodean llegando a la conclusión de que ya lo había hecho todo y de que ya nadie me necesitaba, lo que me daba una gran serenidad… cuando me he ido recuperando y he ido hablando con Paco de esta experiencia y de los sentimientos que tenia, él me c0nfirmaba que en ningún momento se observaba en mí ningún sufrimiento ni ansiedad, y que le repetía constantemente que me encontraba muy tranquila…
cruzAhora mi cabeza ya piensa y, a veces, demasiado… por ahora mi tratamiento oncologico ha quedado parado hasta que mi corazón, seriamente dañado. vaya fortaleciendose… por lo que el resto de organos dañados están ahora a su libre albedrío…
De todas formas, me gusta recordar esta experiencia que me ha tocado vivir, y, aunque parezca presuntuosa al decirlo, creo que Dios me quiere y que toda la fuerza que todos habéis lanzado hacia mi recuperación, Él la ha estudiado y decidido concederme un tiempo más…
Esta vivencia me ha permitido ser más consciente de la gente que ha estado ahí, respetando nuestros deseos de no molestarnos en ningún momento y esperando ansiosos nuestro reencuentro…. ¡cuando ves esa gran sonrisa en esa persona que de pronto te encuentras después de tanto tiempo de incertidumbre!… para que veas que de todo se puede sacar la parte positiva, aunque si ahondamos pueden salir muchas lagunas negras…
Por otra parte, mi familia también ha tenido la delicadeza de no notificarme una mala noticia hasta que no me han visto algo recuperada: mi hermana, 6 años menor que yo, será intervenida quirurgicamente de mama el martes 14 de julio… ya en la punción del bulto que ella se notó ha dado que es maligno, con lo que queda poco margen para esperar que el diagnóstico sea otro…
Ya ves, una empieza con la lucha y todas sus fuetzas, y otra está agotada de luchar… espero que a lo largo de ver mi forma de actuar en estos años le pueda servir para enfrentarse a lo que le toca vivir ahora a ella…

Lo siento por la extensión, pero quería transmitirte mi última experiencia… aunque ésta aún no ha terminado. Besos. María Jesús”