En medio del mundo

“ DIOS DEL CONSUELO”: “MARÍA, CONSUELO DE LOS AFLIGIDOS”

 –  “He visto la aflicción de mi pueblo, he oido su grito,y me he fijado en su dolor. Voy a bajar a liberarlo” (EX 3,6)

 –     “Consolad, consolad a mi pueblo dice el Señor” (Is 40,1)

–         “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré” (Mt 11,28-30)

–          Le dice a Jesús su madre: “No tienen vino” (Jn 2,3-12)

Desde la realidad:

 Recuerdo que Antonia, cuyo origen es de Campanario, universitaria de medicina, de esos expedientes que admiran, pidió que a las jornadas de formación que  hacíamos en el movimiento de jóvenes estudiantes, permitiéramos que le acompañara su hermana Maria, que tenía síndrome de Dowm, nosotros le dijimos que si ella veía que se iba a desenvolver bien en un espacio cien por cien campestre, en las tiendas de campaña, etc. que viniera. Recuerdo que se integró perfectamente y gozó de lo lindo con nosotros. Pero eso fue posible, porque Antonia vivía y se organizaba desde ellas y con ella, era su consuelo, su fuerza y su poder; a la vez María le llenaba a ella de ternura, de sencillez y de cariño. El límite, el dolor y la aflicción se convertían en fuente de vida, de encuentro y de gozo fraterno envidiable. Era el hecho de vida que se me ocurría como punto de partida para poder hablar de María, la virgen de Piedraescrita, como consuelo de los afligidos.

NO hay duda de que en la vida la aflicción de un modo o de otros nos afecta a todos, Sufrimos  nosotros y sufre el mundo. En este sentido y aunque parezca mentira, todos necesitamos consuelo. Es curioso como es algo que se da en todos, que está realmente presente , pero sin embargo, parece que existe una tendencia en el mundo y en la sociedad actual a disimular el dolor, la aflicción, el fracaso, da la sensación que este mundo nos prohibe aparecer como débiles, para defendernos de los otros. Pero no nos engañemos la aflicción está ahí y unas veces tiene vestdo de moral, otras físico, o social, económico, cuando no psicológico…

 Ante el dolor y la aflicción  descubrimos en nuestras personas y en la sociedad una postura ambigua:por una parte los sociólogos nos hablan de que estamos en una humanidad indolora, donde conocemos los sufrimientos cercanos y lejanos, con informaciones diarias y directas, pero no nos dejamos afectar por ellas. Pero otros sociólogos nos dicen que la sociedad puede seguir hacia adelante por el capital social que está de fondo de todo lo que vivimos, es decir, que no es la economía oficial, ni la política, ni las subvenciones, las que llevan el mundo, sino que es la vida de cada día, la familia, los hermanos, los padres, los hijos… los que realmente construyen el mundo, educan, sirven, ayudan, sostienen, aman, animan… y que sin esto nada sería posible. Por ejemplo los ancianos, es verdad que hay pensiones, residencias, pero ahí solo están algunos. La mayoría de los mayores están cuidados y queridos por sus hijos y parientes y esto no cuenta en las estadísticas, siendo lo más importante y lo que de ningún modo podría pagarse con dinero.

LA PALABRA: Iluminación : Dios ante el dolor y la aflicción.

Dios no huye , ni se esconde ante el dolor y la aflicción; el texto del éxodo es claro, Dios se compromete y se deja afectar por lo que ve y oye:

• He visto…he oído el grito de mi pueblo.
• Me he fijado en él.
• Voy a bajar a liberarlo.

• Pero no sólo se compromete y actua desde fuera sino que él mismo se hacer carne y entra la dinámica de la historia y de la afliccion en la encarnación:
  • “Tanto amó Dios al mundo que le entregó su hijo único”(Jn 3,15)
  • Se hizo uno de tantos, llegando incluso hasta la muerte y una muerte de cruz.(Flip 2,5s)
  • Su vida: acercamiento a todos los dolores y los caídos de la historia. Su actitud fundamental: Buen samaritano (Lc 19):
    • Su clave fundamental: Ponerse en el lugar del otro, para que sea mi centro y organizarme desde su dolor y su grito.
    • Su  objetivo prioritario: ser  Consuelo: Curar con la ternura y la entrega.
• En esa escuela  enseñó y aprendió María, Consuelo de los afligidos:
  • Atenta a Isabel,que era mayor y necesitaba ayuda ante el parto que le esperaba.
  • Al dolor de los novios en la boda de Caná, que se habían quedado sin vino en plena fiesta y estaba en juego su alegría, que podía convertirse en tristeza y oprobio.
  • En la cruz de Jesús, de pie para acogerlo y sufrir con él.
  • Con los Apóstoles, cuando se encierran por el miedo.
  • En la Iglesia, cuando comienzan los primero pasos.
  • NO hay duda de que ella ha sido en la historia para mucha gente: Madre del consuelo, virgen Buena Samaritana.

LLAMADAS

¿ A qué nos llama en medio de este mundo de dolor y aflicción nuestro Dios y  esta madre de quien somos devotos?Llamadas: ¿Qué actitud será la cristiana ante la aflicción y el dolor ?

• Pasar del juicio al débil y a desestructurado, a la compasión, a la ternura y al consuelo.
• No ocultar la debilidad sino compartirla, sabiendo que nuestro Dios se hace fuerte en la debilidad.
• Asumir el dolor del compromiso a favor de los otros, no permitirnos la corriente indolora de la postmodernidad.
• Acercarnos a los débiles y rotos del camino, para que sean conocidos y nos sientan como prójimos susyos.
• Aceptar y vivir para los que sufren y aprender de ellos, que nos entre el espíritu del buen samaritano.
• Unirnos a Cristo Buen samaritano y a María mujer fiel y compasiva y dejarnos organizar la vida desde el sufrimiento de los otros.

Oración:

  Madre, Virgen de Piedraescrita, postrados a tus pies samaritanos y a tus ojos misericordiosos, venimos con nuestro dolor y  sufrimiento, el personal , el de nuestros hermanos, el del pueblo y el mundo. Queremos ser como tú, que siguiendo a Jesús, supiste ver a los que sufrían en el camino e intercediste por ellos, les diste tu tiempo, tu vida y tu ánimo. Enséñanos y llévanos a tu Hijo Jesús, para que en su corazón encontremos consuelo para nuestras vidas y sepamos ser consuelo para los afligidos de nuestro mundo, especialmente los que conviven día a día con nosotros en el camino de la vida. Que todos puedan encontrar en nosotros un yugo llevadero y una carga ligera, y  nos descubran como buenos cireneos y samaritanos. Madre, intercede ante el Padre para que nos conceda los sentimientos de Cristo y deseemos y sepamos consolar en nuestras vidas.  Por Cristo Nuestro Señor.

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