La originalidad en María, nuestra referencia
JESÚS PROVOCA LA ORIGINALIDAD EN LOS QUE LE SIGUEN: Su madre
LA ORIGINALIDAD DE MARIA.
María una mujer original y auténtica ante Dios y como seguidora de Jesús. Supo estar con personalidad: se dejó configurar por Dios y se abrió a su Espíritu y desde ahí acompañó:
– La historia de su pueblo.
– Se alegró con las alegrías y sufrió con las tristezas.
– Estuvo junto a Jesús y participó de su evangelio.
– Supo quedarse sola y no renunció a su fidelidad: junto a la cruz de Jesús.
– Tuvo criterios y principios claros.
– Su palabra más fuerte fue su ejemplo y su coherencia
– Todo lo hizo: llena del Espíritu Santo.
– Colaboradora fiel del Padre, fue cauce de la gracia original de Cristo para toda la humanidad
SER CRISTIANOS HOY, LLAMADOS A VIVIR EN LA ORIGINALIDAD:
– No es nada fácil.
– Dejarse llevar, estar en el montón, Ser una copia sí, pero ser auténticos y originales no es fácil.
– Es necesario abrirse y dejarse llevar por el Espíritu para:
- Discernir lo auténtico de lo pasajero.
- Saber quedarse solo.
- Apostar por la transparencia y la verdad.
- Creer en la entrega y en el amor.
- Fundamentar nuestra vida en Dios.
- Formar y Querer a la comunidad.
ORACIÓN:
Madre, Virgen de Piedraescrita, venimos una noche más a postrarnos ante tus huellas de autenticidad y verdad. Tú supiste abrirte a la acción del Espíritu y de tu seno nos llegó la verdadera gracia de la vida, de la que tú estabas llena y la que te hizo fiel y auténtica en el seguimiento de tu Hijo y en la colaboración con el proyecto de su reino. Te pedimos, a ti que eres auxilio de los cristianos, que intercedas y nos lleves ante tu hijo para que derrame en todos nosotros la gracia del Espíritu, que nos haga fuertes y nos auxilie para que sepamos vivir en verdad y con originalidad nuestra fe cristiana. Queremos ser como tú, personas configuradas con lo sentimientos de Cristo, para que todos encuentren en nosotros la verdad de la vida y del amor. Que nuestros jóvenes puedan descubrir en las comunidades cristianas los signos del espíritu de Jesucristo y se dejen seducir por ellos. Madre ayúdanos a formar una verdadera comunidad en la que todos nos sintamos queridos y valorados, y nadie se sienta excluido ni rechazado. Por Cristo Nuestro Señor.
En el Magníficat canta María esta gloria de Dios: «enaltece a los humildes». Precisamente, en ella se realiza el supremo abajarse de Dios para la máxima elevación del hombre: la Encarnación.
(L. Alonso Schökel)
-Su vocación es ser sierva y humilde.
-Le sorprende que Dios haya mirado “la humillación de su esclava”.
-¡Magnificat, anima mea Dominum! Entiende y canta que es precisamente por eso que Dios la ha elegido.