En medio del mundo

“DIOS DE LA PROMESA”:“MARIA,  MADRE DE LA ESPERANZA”

 –         Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su grande misericordia nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva por medio de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos;  para una herencia incorruptible, incontaminable e inmarchitable, reservada en los cielos para vosotros  que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación preparada para ser revelada en el tiempo final. (1 P 1,3-4)

–         Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. (Act., 1,14)

INTRODUCCIÓN:

–         Hemos comentado en algunas reflexiones anteriores que nuestra sociedad, está enferma, que consumimos muchísimos fármacos, y no son solos los mayores sino también la gente más joven. Es más, según los estudios los más vendidos son los antidepresivos,ansiolíticos, relajantes… Se achaca que vivimos en un stress  tremendo, y eso nos lleva al agobio, pero además, y lo que es más grave, a la desesperación. Vivimos en un mundo desesperanzado. Se ha roto la confianza y la esperanza en las instituciones: partidos políticos, la escuela, la iglesia, la justicia…

 La mayor enfermedad es la falta de esperanza, eso nos lleva al pesimismo, a la desconfianza, a la pasividad…

–         Frases:

• Yo soy así y no puedo ser de otra manera, qué le vamos a hacer.
• El mundo siempre ha sido así, el pez grande se come al chico.
• Pobres siempre ha habido.
• Las cosas son como son  y nosotros no podemos cambiarlas.
• La política no sirve para nada, todos los que están en ella lo hacen por su interés.
• Yo no valgo para eso, tienen que hacerlo otros.
• YO ya…
• Antes sí… pero ahora… ya no hay… vecindad, familia, tratos, palabra, educación, respeto, valores….
• Hemos matado nuestros mejores deseos y nos hemos conformado con sobrevivir; la ilusión y el sueño los hemos  exiliado de nuestra sociedad y los hemos invertido en éxito, riqueza, individualismo.

ILUMINACIÓN:

–         Nuestro Dios es el Dios de los sueños y la ilusión: Promesa.

–         Ha fomentado el deseo profundo de los hombres: Se ha dirigido allí donde estaban sus necesidades y deseos más profundos: Abrahán, Moisés,  Ana,  profetas…

–         Se ha situado frente al mal y el sufrimiento, allí donde parecía que no se podía hacer nada.

–         Jesús de Nazaret:

• Ha realizado el sueño de Dios: La fraternidad, un mundo nuevo.
• Se ha acercado a los que  no tenían esperanza: ciegos, cojos, mudos, endemoniados, adictos, muertos… y les ha devuelto la ilusión y el ánimo.
• Los ha puesto en pie: tú puedes, por tu fe lo conseguirás.
• Se ha enfrentado a la injusticia y a la mentira, defendiendo la verdad y la justicia.
• Ha comenzado una nueva comunidad, la del Reino de Dios, la que alegra el corazón del hombre.
• Ha vencido a la muerte: un crucificado ha resucitado, ya nada es imposible, todo se puede esperar.

–         María de Nazaret:

• Ha creído en el sueño y la ilusión de Dios.
• Ha entrado en su esperanza dinamizadora y ha colaborado con él: que se haga en mí según tu palabra.
• Ha caminado junto a Jesús y se ha enfrentado a la desesperanza, ha esperado: ante los males, en la cruz, con los discípulos amedrentados…
• Madre de nuestra esperanza: ha levantado el ánimo del pueblo.

–       Nosotros:   Llamados a dejarnos conducir por el Espíritu que nos mueve a la esperanza:

Se nos pide pasar:

• De la queja a la alabanza, como María.
• De lo imposible, a la fe: que se haga como tú quieres.
• Fecundando desde lo pequeño: no tienen vino.
• No dándose nunca por vencido, sabiendo que Dios puede resucitar un muerto y no nos abandona.
• En comunidad compartida.
• Sabiendo que el Reino ya ha comenzado y está entre nosotros.
• Creyendo en nosotros mismos, trabajando nuestras personas y aportando sueños, ilusión y esperanza.
• Detectar todos los signos de esperanza que se están dando a nuestro alrededor y gritarlos.

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