La crisis y el pan cotidiano

Ningún miembro trabaja…

 
cheles y profes 001Acaba de llegarme de  un compañero de Económicas el porcentaje de familias sin ningún miembro trabajando en nuestra comunidad autónoma de Extremadura, y su proceso desde que comenzó la crisis.  Recuerdo la oración del Padre Nuestro: Danos el pan nuestro de cada día…
Me pregunto por dónde andamos en nuestras reflexiones  teológicas y pastorales…ayer estuvimos en el consejo del Presbiterio, muy preocupados porque no entran  personas en el seminario… de fondo a mi  me escocía: “Buscad el ¨Reino de Dios” y su  justicia y todo lo demás se os dará por añadidura. Algunos apuntaban que la realidad ha cambiado de tal forma que tenemos que plantearnos el modelo de iglesia y ministerio para servir al mundo el evangelio de Jesucristo. Otros miraban a volver al esquema clásico que ha dado resultado en otros siglos y esn “otros sitios”: rezar,  celebrar,  proponer diretamente, confesar, “acompañar”,  pescar uno a uno… y el doce por ciento de las familias sin ningún miembro trabajando… ¿ INSTITUCIÓN AL SERVICIO DE QUIÉN?… Padre Nuestro que estás en los cielos… DANOS EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA… Ojalá se rompan los cielos y venga el Espíritu con fuerza sobre nosotros en este pentecostés  nos unja para dar buena noticia a los que sufren, a los pobres, para anunciar el año de gracia del Señor.

La crisis económica ha afectado duramente a las familias extremeñas como se puede observar en el gráfico siguiente.

 Porcentaje de hogares con todos sus miembros activos en paro.

cheles y profes 027Este hecho transitorio convive con la persistencia de tasas de pobreza moderada y severa en Extremadura claramente superiores al total nacional. Por tanto, se hace necesaria una estrategia de reducción de la pobreza severa y una mayor inclusión social.

Tenemos que pararnos a fondo  en la Iglesia… para saber estar en el hoy y en el mundo: ¿ Sacerdotes cómo,  para qué y para quién?  Sin miedo al Espíritu  que nos lleva al verdadero discernimiento y desde ahí a la libertad y a la verdad.

7 Responses to “La crisis y el pan cotidiano”

  1. La crisis de vocaciones creo que hay que enmarcarla en el contexto de la crisis de identidad cristiana general. ¿Qué interés va a tener un joven por ingresar en el seminario si falta la identidad cristiana de las comunidades (a veces incluso en el mismo cura que la preside y gobierna)? Si a un joven le preguntamos, después de asistir a la celebración de unas primeras comuniones, o de una boda u otro evento socio-religioso : ¿Te gustaría ser ese que está ahí, entre el altar y el ambón, presidiendo? ¿Creéis que respondería entusiasmado que sí? ¿Qué visión tendrá del sacerdote presidente: de su actitud celebrativa, de sus palabras, de su “estar ahí”?
    La promoción de las vocaciones sacerdotales ha sido siempre fruto de una propuesta de vida. En la historia de los que que dijeron “sí” casi siempre tenemos el encuentro con una persona, sacerdote o religioso/a, que le ha llamado poderosamente la atención, alguien en quien ha encontrado un plus de identidad cristiana que le remitía a Jesús; y ese plus no lo da ni el rigorismo moral ni la estética litúrgica, sino la libertad del Espíritu comprometida en medio del mundo: ternura, cariño, acogida, sensibilidad social, desenvoltura en el ámbito de lo profano, entusiasmo por la persona de Jesús, etc.
    La crisis actual es una oportunidad para salir de los cuarteles de invierno y alimentar la esperanza de tantos que viven la angustia de no tener un trabajo con el que vivir dignamente, o el desconcierto por esa enfermedad incurable, o la desorientación por unas circunstancias personales que no esperaba y que pesan como una losa. En estar presente a esas necesidades, en el “estar ahí” como hizo Jesús, puede que tengamos una de las claves principales, si no la primera, para la promoción de las vocaciones. Cuando Jesús decía: “sígueme”, los que se decidieron por él no fue precisamente por su respeto minucioso de la ley; tampoco por la ortodoxia de sus rezos. Habrá que replantearse por qué lo hacían y poner de nuevo ante los jóvenes y menos jóvenes aquellos mismos motivos.
    Puede que la crisis actual que tenga también la premisa de un cambio en la forma de entender el sacerdocio ministerial. “A vino nuevo, odres nuevos”.

  2. Por si no habíamos reparado en esta letra tan bonita y mágica:
    .
    Ojalá que llueva café en el campo
    que caiga un aguacero de yuca y té
    del cielo una jarina de queso blanco
    y al sur una montaña de berro y miel
    oh, ojalá que llueva café.
    .
    Ojalá que llueva café en el campo
    peinar un alto cerro de trigo y mapuey
    bajar por la colina de arroz graneado
    y continuar el arado con tu querer.
    .
    Ojalá el otoño en vez de hojas secas
    vista mi cosecha de pitisalé
    sembrar una llanura de batata y fresas.
    Ojalá que llueva café.

  3. Totalmente de acuerdo con vosotros…

  4. Hola, Pepe, por fin he cruzado el umbral y he pasado de leerte a participar.
    No entiendo nada de lo que pasa, de lo que me rodea. La situación económica y social está mal y durante un tiempo, peor y los cristianos parecemos desaparecidos, apáticos o, incluso, indiferentes. Nos conformamos con decir que Cáritas ayuda mucho y parece que con eso hemos cumplido. Eso sí, cuando Cáritas denuncia, nos volvemos sordos porque nos pica, nos hace preguntarnos sobre nuestra actitud y eso molesta.
    El mundo necesita voces de esperanza y no somos capaces de transmitírselas.
    No sé si soy muy pesimista, pero tu hilo de hoy me ha preocupado mucho.

  5. Qué bueno sería que en Cáritas estuviéramos todos implicados y sus denuncias fueran nuestras denuncias… demos pasos ya… para el que el mundo sea mejor, no contra nadie, sino para que los pobres y sencillos no sufran más, ni paguen las consecuencias de sistemas económicos que no han elegido ni dirigen ellos. Reflexión profunda, discernimiento cristiano, juicio evangélico y compromiso histórico en el ya y en lo concreto.
    Gracia Jesús por tu trabajo en económicas, y por querer poner tu saber al servicio de los pobres, que el Espíritu venga hoy, fiesta de Pentecostés, sobre tí y todos nosotros.

  6. También me gustaría recordar al sector de empleadas del hogar en España, que según los datos hay inscritas en la Seguridad Social unas trescientas mil, mientras que en total se estima que hay un millón.

    Y me pregunto: ¿Qué economía estamos enseñando en las universidades?

    – Empresas nucleares que financian estudios económicos “científicos” e “independientes”.

    – Justificación económica y “científica” de los millones de euros que se gastan las empresas en publicidad al año.

    – ¿Cuántos estudiantes de empresariales y económicas han escuchado alguna vez otro discurso distinto? ¿Cuántos han oído hablar de “tasa tobin”, “renta básica”, “teoría de la pereza lafarguiana”, “teoría del decrecimiento”?

    – ¿Cuándo se hablará más de la pobreza desde la óptica de la redistribución y no tanto desde el “crecimiento económico”?

  7. Agustín, muy necesario tu comentario.
    Existe el tópico de que al volante cada uno saca su verdadera personalidad/agresividad. No hace falta ilustrar mucho las acciones y reacciones de los conductores…
    He observado que la relación con las empleadas de hogar es un verdadero test de humanidad/fraternidad que tenemos a nuestro alcance.
    ¿Qué es no darlas de alta? Sí, esclavitud.
    ¿Qué es ponerles uniforme? Sí, marcar una fuerte diferencia.
    ¿Qué es el tratamiento de “Señora”? Sí, una humillación innecesaria.
    ¿Qué son esos horarios dilatadísimos? Sí, abuso.
    ¿Qué relación hay con ellas? Sí, condescendientemente nula.
    ¿Qué cambian en la vida de quienes las contratan al conocer las sangrantes situaciones que han dejado allá? Sí, absolutamente nada.