En medio del mundo

Recuerdo que un día un sociólogo, Domingo Barbolla, en un curso de los que organizamos, y que hablaba de la inmigración en extremadura, les dijo a los universitarios que mostraran sus carnets de identidad, unos los tenían, otros no..(yo lo tengo caducado) y les dijo que eso que nosotros vemos como normal, y no le damos mucha importancia es por lo que los inmigrantes, estarían dispuestos a dar un miembro de su cuerpo e incluso arriesgaban sus vidas en pateras… hoy me llega esta reflexión de Bene en Managua y se la “robo” para compartirla con vosotros. Yo esta mañana ya me he hecho la foto de rigor para renovar mi carnet de identidad…. la “identidad”.. qué cara para algunos¡¡¡ Y rezo desde el carnet de identidad y pido por la identidad y la dignidad de todos los  seres humanos, esos crucificados de la historia ahora que nos movemos por que quitan crucifijos de las paredes.

EN TIERRA DE NADIE

Dentro de unos días, me cumple el visado de turista que nos conceden para estar en Nicaragua. Mi idea es solicitar la residencia en este país, y para ello ya he traído un montón de documentación de España  ya compulsada y autentificada por la Embajada de Nicaragua en España.  Este periodo va a pasar  y yo aun no he presentado ningún papel para solicitar la residencia… primero porque se me olvida traer un certificado médico, y para conseguirlo aquí he tenido que ir tres veces al Centro médico, y después por algunas erratas en la documentación que ha habido que subsanar.. El caso es que  llega el próximo dia 20 y se me cumple el visado y tengo que solicitar una prórroga.

Hay dos opciones, una ir a Inmigración y solicitar la prorroga por dos o tres meses… previo pago correspondiente, o la otra opción es ir a la Frontera, pasar a Costa Rica y volver de nuevo a entrar en Nicaragua, y asi  de nuevo tener otros tres meses de prórroga para estar en este país. Esta segunda opción es la que realizan muchos cooperantes y voluntarios, según me cuentan y además “no hay problema, tu vas, te señan y te vuelves”… Bueno, como buena extremeña y además con la consigna de “palante como los de Alicante” en vez de ir por la opción mas corta y mas fácil que seria ir a inmigración en Managua y pedir la prorroga,  ni corta ni perezosa, tomo el autobús hacia las Peñas Blancas, y después de dos horas de trayecto, llego a la frontera con Costa Rica… Mary Cruz se queda a este lado… y yo entro en la zona… primero tengo que ir a la ventanilla que me sellen para salir de Nicaragua… Rápidamente 15 personas se te agolpan y se ofrecen para darte y rellenar la papeleta, pero yo me hago la extranjera.  Llego y me pongo a la cola, y me sellan mi pasaporte: Ya estoy fuera del país… En este momento recibo una llamada de Mary Cruz por teléfono, y me dice que uno de inmigración la ha dicho que tengo que estar 72 horas fuera para poder volver al país, aunque si es por urgencia pueden ser 3 horas, pero que hay gente que te ayuda para salir rápido… sin esperar…” El pasante”  los llaman… En ese momento siento una gran angustia pensar que tengo que estar 72 horas allí… y como lo hago? Estoy fuera de Nicaragua y fuera de Costa Rica, estoy en tierra de nadie,  ¿que ley me ampara allí? Yo no tengo ni idea, es más, mi primera idea es volverme a la puerta corriendo y ya está, pero no puedo… ahora tengo que seguir con lo que había comenzado. El primer pasante que se ofrece para ayudarme, me agarro a él y comienza mi peregrinación para pasar 500 metros más adentro hacia Costa Rica. Antes de llegar al primer puesto, otro pelotón de pasantes se agolpan y me arremolinan, me agobian… pero mi pasante “particular” ya pone orden… “viene conmigo” hace notarse con el dedo.  Aquí me dicen que por 20 dolares me ponen los dos sellos de entrada y salida a Costa Rica, al principio dudo, pero tras unos segundos, digo que no, y me decido a entrar yo sola… El guardia me mira el pasaporte, y me da paso…  Ahora voy sola son  unos cuantos metros, que no se a donde me llevan, voy angustiada pensando que lo que estoy haciendo es ilegal, y eso lo llevo pintado en la cara. Llego a la ventanilla de entrada en Costa Rica y me ponen el sello correspondiente, me tomo una botella de agua, y directamente me voy a la ventanilla de al lado que corresponde a la de salida, (a todo esto por cada ventanilla hay que rellenar una nueva papeleta), no han pasado 10 minutos y ya tengo también el sello de salida de Costa Rica. Y me vuelvo de nuevo para Nicaragua… son solo unos metros, pero a mi aquello me parece una carrera de obstáculo. Primer alto de la Guardia  de Costa Rica, me mira la mochila, no hay problema…  Ahora me espera el otro guardia, este de Nicaragua, y solo le llego a oír decir… Poco tiempo, poco tiempo, tiene que esperar…  y me manda para atrás… No se ni de que me acorde ni de quien me acorde, solo había una cosa, yo quería salir de allí a toda costa… la angustia me cegaba… llega mi pasante con otros tantos alrededor, que me llegan a aturrullar aun más de lo que estoy… Se me acerca una mujer, también pasante, “yo te paso, solo tienes que darle propina al Guardia” pero mi pasante esta cerca…   Tienes que darle 10 dólares y pasamos… como comprenderéis, ni lo dude… 10 dólares fue el tributo para pasar  el primer puesto… Ahora tenía que llegar a la ventanilla para entrar de nuevo en Nicaragua… llegamos y la respuesta es… “tiene usted que esperar una hora para poder entrar de nuevo al país”… De nuevo todos los pasantes se me arremolinan alrededor como un enjambre de abejas…Yo quiero irme de allí, me agobian y me siento muy angustiada… siento que me pueden robar, quitar el pasaporte y eso me da miedo… y quiero entrar de nuevo a toda costa y no me importa a que costo… no se como lo hicieron, (bueno si,) pero al minuto siguiente, en la otra ventanilla, llegue, sin hacer cola  y me pusieron el sello para entrar de nuevo al país…  Uffffffffffffff ….  Pero aun tenía a mi alrededor a mi pasante y a otro que se había pegado a él, y que había conseguido el ultimo sello de entrada… Querían su propina… me llevaron a la puerta de fuera, quería reencontrarme con Mary Cruz y salir de allí corriendo, el autobús salía ya… y al autobús no solo subimos nosotros, también mi pasante, su acompañante y el que había estado informando a Mary Cruz de todos los pasos que yo iba dando dentro…  Les di su propina y con el autobús en marcha….bajaron de allí habiendo hecho su mejor pasada…  Yo me quede sentada con otros 90 días para estar de nuevo en Nicaragua, pero a costa de pasar una experiencia angustiosa y agobiante…   Y a mi mente vinieron todos esos inmigrantes que llegan en pateras a nuestro país, o todos esos que hacen esas innumerables colas en Inmigración en Madrid para conseguir un sello,  o todos esos otros que venden lo poco que tienen y se lo dan a otros “pasantes” para venir a esa otra vida mejor… y que nunca llegan a conseguir…  No hay nada como sentirse vulnerable y tener una experiencia de esas de estar en… “tierra de nadie…” para saber lo que cualquier persona está dispuesta a pagar para conseguir ese sello que le dé no solo tranquilidad sino también su propia libertad.  (Bene Galán)

Publicado por ENTRECULTURAS EXTREMADURA

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