“apuntes de resurrección”
“Lo encontraremos en Galilea”
En medio de la calle, en el pueblo, con la gente, ahí se reveló y ahí sigue presente resucitado. Los cristianos son los que tocados por el espíritu del resucitado, sabemos discernir su presencia y detectamos sus apuntes de resurrección en medio de la historia. No tenemos más misión que testimoniar esos apuntes, gritarlos, y favorecerlos. Os invito a participar en este tiempo pascual para ir haciendo la mesa bloguera del resucitado, a poner trozos de pan y de vino cristificados, hilvanes de la vida donde se apunta la resurrección en medio del pueblo y del quehacer diario, sabiendo que El está todos los día con nosotros hasta el fin del mundo. Espero vuestras noticias y comentarios para ir rellenando este tiempo de pascua hasta pentecostés, estaremos atentos y vigilantes para que no se nos escapen esos signos de vida y esperanza que ya están entre nosotros y que anuncian la plenitud que está por llegar, cuando el sentido se impondrá desde el amor y la justicia y todo quedará justificado y salvado para siempre.
Primer apunte: “El resucitado es el crucificado”
Loli, no ha podido estar estos días fisicamente entre nosotros, para celebrar el triduo pascual en la parroquia; pero ha sido alma de todas nuestras celebraciones y ha estado en el corazón de todos los que la conocemos. Acaba de superar un cancer de mama, con una fortaleza y entereza admirable, en medio de su familia y de todos nosotros, Dios había sido su compañero de camino, y donde su propia familia veía una razón para dejar de creer ella encontraba su fuerza y su confianza para estar más cerca de Dios Padre. Hace tiempo nos contaba que le habían detectado un nuevo cáncer de cabo (cabez a y cuello): eso había sido el detonante de que sus hijas doloridas en el extremo, por tanto sufrimiento, no podían seguir creyendo, ella venía a la parroquia a compartir este momento, y a decirnos con una fuerza y una luz, algo inusitado, que ella seguía confiando en el Padre, que tenía una fe firme y fuerte en él, que se adentraba en la lucha contra esta enfermedad contando con su fuerza y su ayuda, sabía que el proceso iba a ser duro, perdería el habla – por eso no ha estado con nosotros estos días – pero ella contaba con El, y seguía creyendo en la vida. 
Quería estar cerca del Padre y vivir con profundidad y entereza esta lucha por la vida y por los suyos. Todos estamos admirados, no salimos de nuestro asombro, su actitud creyente en medio de la debilidad, está siendo fuerza de vida y testimonio de fe para todos los parroquianos. ¿ Hay quien de más? Se puede vivir así sin la fuerza del resucitado?¿Se puede esperara más estándo en la cruz de esta manera?
“Padre bueno, ayúdanos a creer y esperar en tí como lo hace Manoli. Que en ella sepamos entrar nuestros dedos en tus llagas y en tu costado y poder proclamar con Tomás : !Señor mío y Dios mío! Tu eres el Dios de la vida y tú tienes el poder frente a la muerte, sigue dando tu fuerza y tu gracia a esta hermana nuestra, que el Espíritu del resucitado habite dentro su espíritu y que desde ella se derrame sobre todos nosotros, especialmente en su familia, su marido y sus hijas”
Salmo 117, 23 “Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.”
Mientras leía esto, en alto, ayer en la Misa de Pascua, entraba en el recinto a celebrar con su familia alguien muy esperado.
Salmo 117, 20- “Esta es la puerta del Señor:
los vencedores entrarán por ella.”
Feliz pascua de resurrección Pepito!
Ahora estamos en un tiempo de alegría y gozo porque Jesucristo ha resucitado de entre los muertos venciendo así a la muerte,al pecado y a Satanás.
“Cantad al Señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas;su diestra le ha dado la victoria,su santo brazo.El Señor da a conocer su victoria,revela su justicia a la vista de los pueblos”(Salmo 98).Con ese salmo pretendo manifestar la sensación de alegría por la Resurrección de Cristo.
El pecado es la muerte de cada uno de nosotros y el perdón es el paso de la muerte a la vida plena con Cristo resucitado.
Me lo he pasado muy bien en la vigilia pascual contigo y en comunidad.Me he sentido muy feliz de velar por la noche por Nuestro Señor muerto por nuestros pecados y por nuestra salvación.
Ahora que estamos viviendo la 8ª de Pascua siempre recuerdo ese pasaje del N.T. donde se relata la huida de los discípulos hacia Emaús; lo vivo como un reflejo de mi vida; me siento como cualquiera de ellos: triste, cabizbajo y sin ánimo; vivo olvidando a veces que Cristo está resucitado; no que resucitó “in illo tempore”, sino que renueva en el triduo pascual que resucitó, y nos renueva. Pero yo lo olvido y cuando oigo las palabras de lo que hizo por mi y por la humanidad amándonos como un loco, arde mi corazón y al partir el pan en el sacrificio de la eucaristía, se me abren los ojos lavados en la mesa del altar, no con saliva y barro, sino con pan y vino. Allí descubro que soy comunidad, en la palabra, en el pan, en el perdón, en la acción de gracias, en el padrenuestro, en el “ite missa est”: Id, marchad, proclamad, anunciad que Cristo está entre nosotros.
Vuelvo a recuperar el vigor del resucitado al que nada le impide caminar, la fuerza interior invade mi ser humano y frágil y lo transforma en transcendente aunque frágil: de la fragilidad no salimos hasta que perdamos nuestro ser carnal. Y en esa comunidad descubrimos a nuestros hermanos en sus quehaceres, en sus sufrimientos a causa de enfermedades, en sus entregas hacia los otros de manera nunca vista y menos entendida; Para el discípulo de Emaús ahora la vida siempre es nueva, siempre es nuevo el amor.