Apunte de resurrección (10)

foto_miguel_salazarLA HOMILÍA DE HOY…

Esta mañana llego al coche, y veo el móvil que dejé olvidado anoche en él, recibo las llamadas perdidas y encuentro un mensaje que me dirige mi amigo y compañero sacerdote  Juan Delgado y en el que me dice:  “Buenas Pepe, hoy miércoles enterramos a las seis al chaval del que escribiste hace tiempo. Si quieres y puedes ven y díles la homilia”-

Se trata del artículo que escribí sobre la vulnerabilidad del padre, del Dios vulnerable que veía reflejado  en el padre de Miguel, ese chaval que había desaparecido y lo último era un mensaje a su padre en el teléfono diciéndole que lo quería mucho. Hoy me duele el corazón al saber que lo han encontrado muerte en un acantilado de Granada, ciudad en la que estudiaba y vuelvo a decir lo mismo que expresaba hace meses:

Buen-samaritano-mundo-211x300“El riesgo del hijo; el sufrimiento  desde el hijo. Siento escalofrío y vulnerabilidad de verme en la piel del padre de Miguel, y miro a Dios Padre, vulnerable y débil, en el Jesús del Belen, de la infancia, de la juventud, de los caminos, de las persecuciones, de la oracion en el huerto,  del juicio, de la muerte en cruz…. ¡ Los sentimientos de Dios Padre ante el sufrimiento del HIjo amado  y único. También MIguel es hijo único. Cómo no recordar los últimos eventos con la cruz de  los jóvenes, también en MOntijo su pueblo, algunos me decían que no habia dicho nada de este acontecimiento en torno a la cruz, pues ya tenemos aquí un lugar para recordarlo desde la vida,  y preguntarnos dónde está realmente la cruz de los jóvenes.

En Miguel veo miles de jóvenes, muchos de ellos universitarios, y me pregunto qué les  pierde, que les rompe, qué hace esta sociedad con ellos. Me duele su vulnerabilidad, y veo el rostro de Cristo en ellos. Cuántas veces, cuando me dirijo a la universidad y veo los autobuses llenos de jóvenes que se dirigen a clase, me pregunto dónde está el sentido de sus vidas, cual es su “por qué”  para vivir; qué referencias están recibiendo en esta sociedad en la que yo soy adulto y experimentado. Qué universidad les está recibiendo y acogiendo, cómo los orienta y les facilita responderse  a las preguntas más profundas e importantes de sus vidas. Siento una interpelación profunda e insoslayable a trabajar cada día, a romper lanzas en favor de ellos, a caminar con sus inquietudes,  a sentir sus sufrimientos, sus alegrías y esperanzas, a trabajar  sin tiempo en el quehacer universitario y en el servicio que atiendo en la universidad, para que la persona sea el centro verdadero de la vida y la sociedad.

Hoy necesito recobrar la lectura creyente de este hecho, la clave de resurrección que hay inscrita en este crucificado padre, en el malogrado hijo, en todos los que lo aman. Cómo anunciar hoy que “el amor es más fuerte que la muerte”, que Miguel está en el corazón del Padre y con su madre María Jesús Gragera, que tanto luchó por él y que tanto lo amó.

cuerpo humanoHOy es un día para recobrar este hecho  como señal inaudita de que la crisis no es económica, que estamos en una crisis de sentido y de esperanza, que tenemos que recobrar el absoluto de lo divino y de lo humano, y caminar por sendas donde el nosotros sea lo más fuerte, y con ello nos enfrentemos al dolor. >> HOy diré que Miguel es un grito de apoyo inagotable a la movida de los jóvenes que se están manifestando buscando verdad y vida, y que tenemos que recibir el reto de transmitir sentido, profundidad, y compromiso a la vida.

No sé cómo voy a hacerlo, pero me gustaría ser pregonero del Padre y de su vulnerabilidad salvadora, mirando a Paco Salazar,  el padre de Miguel, y soñando con la plenitud de la vida para este Joven que no puedo encontrar el “CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA”, pero que el Padre lo habrá abrazado y lo habrá puesto en la meta, gozoso y acariciado por su madre que fue delante a prepararle la estancia junto a Jesucristo.

One Response to “Apunte de resurrección (10)”

  1. Desde mi corazón de madre, siempre preocupado y en tensión me uno a tu tristeza y a la de ese padre que necesitará más que nunca amigos y compañeros para encontrarle un sentido a este hecho que le habrá roto el corazón. Sólo mirando a Jesus en el huerto de los olivos hablando a su padre podremos entender el dolor de Dios al entregar a su hijo.
    Sólo la verdad de la resurrección puede traer un rayo de luz a este dolor.