Novena a la madre de Carrión…

Ya en los pueblos se está viviendo la preparación a las fiestas tradicionales en honor de la virgen María. Hace tiempo que Antonio Acedo, en nombre del párroco D. Ángel, me hacía la propuesta de ir a compartir la eucaristía estos días con el pueblo de Alburquerque, no es fácil disponer de nueve días seguidos para poder hacerlo, pero impulsado por Luisma, compañero de tarea en la universidad, nos propusimos un mano a mano como los toreros en las plazas. Y ayer comenzó mi faena. EStuvimos hablando los dos, el modo de enfocarlo y nos pusimos de acuerdo en dos cosas fundamentales: Partir de la vida en las predicaciones porque son gente del pueblo que quieren ser iluminados en su quehacer, y tomar como hilo fundamental de nuestras reflexiones el encuentro de Jesús con las mujeres en los evangelios. Nos parecía que adentrarnos en estos encuentros como clave de visión de la mujer y lo que nos revela Dios a través de ellas podía ser muy sugerente.Hablamos de posibles textos y al final Luisma hizo el enmarque global que estamos siguiendo y que a mí me está aportando un montón y comparto con vosotros:
1.- El sentido de la vida: El encuentro con la samaritana, la mujer buscadora e inquieta: “Señor dame de esa agua, para que no sienta más sed…”
2.- El triunfo de la misericordia de Dios: La mirada de Jesús ante la mujer adúltera, destrozada y condenada: “Tampoco yo te condeno. Vete y en adelante no peques más…”
3.- El Dios que libera y rehabilita: La mujer encorvada que toca el manto de Jesús que la libera y la resucita enderezándola para la vida: “Y al instante se enderezó, y glorificaba a Dios”
4.- El Reino de Dios y sus privilegiados los pobres: “la mirada a la viuda pobre y su limosna de lo que tenía para vivir”, sí porque “los primeros serán últimos y los últimos serán primeros”
5.- Buscar al Señor con corazón de mujer. La aparición a María Magdalena, la testigo del resucitado: “anda, ve y dile a mis hermanos que voy a mi Padre, que es también vuestro Padre; a mi Dios, que es también vuestro Dios”.
6.- La fe que persevera y se ha fuerte y grande, cumpliendo los deseos más profundos del corazón: El encuentro de Jesús con la mujer cananea: ¡ Muy grande es tu fe, mujer¡ ¡Que se haga como deseas¡
7.- Abiertos al PLan de Dios para que se haga su voluntad: Hay un plan de Dios para cada vida y para cada acontecimiento y momento de la historia: María en las bodas de Caná:¡ Haced lo que él os diga¡
8.- El perfume y el encanto del evangelio: Jesús María de Betania. La mujer que llenó de aroma y perfume la vida: “La casa entera se llenó de la fragancia de aquel perfume”
Es apasionante leer y estudiar el evangelio desde estos encuentros de Jesús con las mujeres y sacar desde ahí los detalles más sobresalientes de la revelación del rostro de Dios y la conexión con la aportación de lo femenino, como luminosidad en esta sociedad en la que nos planteamos el papel de la mujer y del hombre, y la mirada sobre ella, cómo en esa relación y en esa notoriedad que el evangelio le da a la mujer posibilita un modo de ver la realidad y descubrir el rostro de Dios nuevo. Es curioso como la cultura actual y sus preocupaciones en torno al género, nos ayuda a descubrir riquezas del evangelio que normalmente no habíamos mirado con este interés o sensibilidad, es algo que tenemos que agradecer al momento actual, y ni que decir tiene, a muchas de las grandes y buenas teólogas y biblistas que pueblan algunas de nuestras facultades de teología y que escriben con esa sensibilidad que todavía no tenemos nosotros.