“El grito de job… y Ambrosio” (2)

LA VOZ DEL PUEBLO

Mari Carmen, de Torviscal, pequeño pueblo donde Ambrosio ejerció el ministerio hace llegar este comentario al post anterior que se merece estar en un post aparte, en su testimonio hay Palabra de Dios viva y eficaz para todos nosotros, especialmente para los sacerdotes, por eso lo transcribo aquí y lo pongo a disposición para que se pueda hacer oración desde la vida de este hermano,una vez más ” Dios silencio se dice de un modo callado en los sencillos y en los humildes”:

Gracias Pepe por esta lectura creyente, que nos haces a traves de la figura de nuestro querido SACERDOTE. porque el jamas dejó de ser el sacerdote de Torviscal,  mi pueblo, pues todos le recordamos con cariño, aunque cuando ejercia su ministerio entre nosotros, no se le reconociera todos los meritos que tenia pero que quienes le conociamos, si valoraramos y nos sentimos agradecidos a Dios  por darnos la oportunidad  de haberle conocido, y quiero revivir aqui un poco de su hacer entre nosotros para quienes no le conocian comprendan un poco mas el por qué diriges tan bonito mensaje en homenaje a El.
Ambrosio para mi, fue el maestro, el que me enseño con su hunildad, que habia que llevar a la vida el reino de Dios, Que habia que estar cerca del pobre y del que sufre, que no nos podiamos  quedar callados que habia que denunciar las injusticias.
Desde antesdeayer, mi mente revive constantemente instante vividos con el,  su menuda y fragil figura, pasa una vez y otra ante mis ojos, ya en reuniones de grupos parroquiales, ya jugando con los niños en la calle, alli en casa de la señora enferma de soledad, abandonada de casi todos incluso de su familia, siempre con la mano tendida, con el bolsillo abierto para comprar un bocadillo, unas gafas, una dinero para caritas, la luz de alguien que no tenia para pagarla.
El animó a un grupo a prepararse para formar equipo y presentar candidatura al ayuntamiento, pero analizando, haciendonos ver que lo que propusieramos  en nuestro programa fuera posible de realizar,  cuestionandonos porque queriamos hacer esto u aquello, y siempre  llevandolo a la luz del Evangelio. Aun a pesar de los años transcurridos desde que se marcho del pueblo, no perdio su interes, por saber en manos de quien quedaba el gobierno del pueblo,  Le inquietaba la falta de compromiso por parte de la gente, el animaba a que quienes formaramos parte de los grupos parroquiales estuvieramos comprometidos, en cada una de las asociaciones que habia en el pueblo, el logro que en mi pueblo, la Iglesia estuviera llena de vida, el cedió el templo como lugar de asamblea con las autoridades  que tenian que gestionar el servicio de agua en el pueblo, de la cual careciamos y la que teniamos que recoger en vasijas , dos veces por semana de los camiones cinsterna ,que nos mandaban desde Don Benito y por lo cual iniciamos unas concentraciones en la plaza que duró cinco dias, hasta que conseguimos una reunión con estos personajes, que se negaban a entrar en la Iglesia  a reunirse con el pueblo, pero que todos a una dijimos que de alli habia salido esta reivindicación y alli se debia dar respuesta. y asi se hizo. Creo que sin el,  sin su apoyo, dificilmente hubiesemos conseguido nada.
Ambrosio, integrante de las Libertinas, la murga carnavalera que cada año, llevaba a  la calles la critica, las reividicaciones que los jovenes hacian a nuestros gobernantes, el queria estar en todos los grupos que formaban parte de la vida del pueblo como uno mas.
Sus homilias, eran catequesis, las que entendiamos a la perfección porque no era una persona compleja, todo lo hacia con la sencillez, con la naturalidad de quien esta seguro de lo que está manifestando, y el por encima de todo amaba lo que hacia.
Y como no. recordarle en los campamentos compartidos, lo mismo con su libro de oraciones en las manos que con la bolsa de plastico atada al brazo, para desatascar los servicios.  Ya conduciendo uan destartalada furgoneta, para recoger las mochilas de los niños,  que  animando a la oración matinal o  a la reflexió n y el testimonio en la tarde. En los ultimos años su tic le impedia mantenerse quieto pero apoyaba su espalda a  un arbol, y nos narraba su experiencia de fe desde la enfermedad, sus testimonios, eran impresionante.
Perdonad que me haya extendido en recordar, en  expresar  algunas de las cualidades que tenia y las lecciones de vida  que recibi de el, pero no puedo dejar pasar la oportunidad, que me da Pepe con su articulo, para aportar mi grano de arena y contribuir   a que conozcais  un poquito mas a este GRAN AMIGO