¡ A solas…las hermanas¡

 SENTIMIENTOS  DE FAMILIA

Una vez más aprovechando  que vienen al médico han pasado por casa. Mi madre lo vive como un acontecimiento singular. La tia Victoria,  muchas veces la hemos llamado la  “tia Vitorina”, con el tío Ramón y su hija Chenchi, han estado en casa.  Ellos viven en nuestro pueblo, Granja de Torrehermosa, y vienen a la capital cuando se trata de revisarse o acudir a médicos especialistas, donde vive su hija.

Días antes mi madre saben que vienen, y no se olvida del día concreto en que tienen que venir, encontrarse con su hermana tiene para ella un significado especialísimo. En esta ocasión, tras estar con ellos un rato me he marchado a celebrar la eucaristía dominical, Maxi mi hermano que nos acompañaba este fin de semana se ha ido en el tren a  Mérida, y  mi prima y mi tío se han ido a su  piso. Eso ha hecho que se hayan quedado solas las dos hermanas.  No habrá sido mucho tiempo pero ha debido tener su intensidad, cuando he vuelto me ha comentado mi tia que han hecho un repaso por todo el pueblo, y que mi madre no ha dejado de preguntarle por personas conocidas del mismo.  Después  Chenchi  ha venido a recogerla.

Tras su partida, una vez más, mi madre ha hecho sus afirmaciones  sobre su hermana:  “Nos hemos reído…”, “me ha comido a besos”  y a la vez se le saltaban las lágrimas”, “nos queremos mucho”,  “hemos estado tan unidas”,  “hemos vivido tantas cosas.. desde niñas, jóvenes, nuestros hermanos,  la abuela Victoria, el abuelo,  las enfermedades, las muertes, los nacimientos de vosotros, las alegrías, los disgustos y tristezas…” Todo imborrable.

Tras este hecho miro cómo mi  madre ha sido y ha querido ser para sus padres y sus  hermanos, y disfruto contemplando mi niñez como referencia de esas relaciones afectivas y entrañables que ella nos ha transmitido:

–  la relación con los abuelos, nuestro acompañamiento permanente, su casa era y  “es” ahora nuestra casa, nos huele a ellos ; entramos con una alegría, con una serenidad, con un cariño cada vez que vamos al pueblo… Hemos vivido tanto con ellos y desde ellos. Los hemos visto morir poco a poco, no podremos olvidarlos nunca. Esto ha sido un regalo materno sin duda, acompasado del corazón grande de mi padre, que también ha vivido como propio lo ajeno… Nunca olvidaré cómo el abuelo, tras morir la abuela, pidió a mi madre que nos fuéramos a vivir con él a su casa.

– Los titos: nuestra vida no se entiende sin los titos… el primero el tio Josele,que murió a los 27 años,  ayer me recordaba mi madre cómo poco antes de irse al cielo, me trajo en una burra montado desde el cortijo donde había estado un tiempo con los abuelos y él; yo con mis mininis muy peinados, moreno con el sol del campo, gordo del cuidado de los abuelos allí,  me llevó a la barbería… Después  la tía Mena con el tío Ignacio, en Valdebotoa, donde  iba mi madre, con nosotros,  cuando se necesitaba por motivos de salud del tio que tenía que recibir la bomba de cobalto para su cáncer en Madrid y dejaba hacienda e hijos en sus manos; era  la tía  que nos atendía a todos cuando por motivos de salud había que ir a BAdajoz; el tio Quico, junto a la tía Luisa, el hermano que emigró  a Alemania, el que nos regalaba los coches eléctricos cuando venía en Navidad; el tío Angel siempre presente, acompañando, con la alegría, el buen humor, con afectividad  y sintiendo que éramos de los suyos, junto a él la tía Antonia, tambien propia para nosotros con su familia corta y cercana; y esta tía Victoria, con quien nos identificábamos totalmente,  sintiéndonos con la libertad de hijos  y viéndola uña y carne con mi madre, caminando juntas desde pequeñas, articulándose la mayor y la menor, y sintiendo mi madre como propio lo suyo, cuántos lazos de ternura y belleza para su hermana pequeña, y cómo sigue esa referencia sin apagarse lo más mínimo, aunque cueste echar leño al fuego.

– Los primos:  desde mi madre, los primos han sido hermanos:  Antonio, ya en el cielo, Ramona,  Ignacio,  José Angel,  Lola,  Isabel, JOsefina,  Chenchi,  Marijose,  Quico,  Justi. Tiene un sentido de vida de cada uno de ellos en su interior, que no lo pueden imaginar ellos mismo, de todos y cada uno de ellos; siempre presentes y  sintiéndolos como  propia sangre. Ahora con historias y vidas muy propias, distintas, y también, con mucha pena, distantes unos de otros; descuidando una de las riquezas mayores que estaban amasadas desde la infancia y que valen más que el éxito y el dinero. No es fácil  transmitir este sentido de familia a los hijos y mantener vivo el fuego de la misma  en esta sociedad tan individualizada con un sentido de familia tan cerrada y exclusiva.

Yo me recojo en esta contemplación del rostro de mi madre, y en sus surcos veo sembrados a todos los miembros de su familia,los que se fueron y los que permanecen y van llegando como Lidia,  y celebro este sencillo “estar a solas” de las hermanas, que llena de gozo a mi madre, que le da paz y serenidad, y que ella lo recibe con don gratuito; y bendigo a Dios por todo lo que he vivido y conocido en el seno de esta familia querida, y por los sentimientos que desde mi madre hemos recibido y están enraizados en cada uno de nosotros.

5 Responses to “¡ A solas…las hermanas¡”

  1. ” y en sus surcos veo sembrados a todos los miembros de su familia,los que se fueron y los que permanecen y van llegando ,”
    -Porque sabes mirar y porque están vivos.

  2. La abuela debe estar muy feliz….

  3. Muy bonito lo que has escrito

  4. Puedes estar orgulloso de tu familia.Se ve que tu hogar ha sido y es un lugar donde las distintas generaciones escuchais la llamada a la fraternidad.
    Que es una familia de talante dialogal y que es testimonio de solidaridad

  5. Que bonito artículo Pepito.Es un preciosa reflexión sobre tu familia y cómo ha influido en tí en tu crecimiento como persona y cristiano.Me das algo de envidia al ver que tratas bien a tu familia.Yo no sé cómo valorar a mi familia desde el punto de vista de la fe.Yo quiero a mi familia,sobre todo a mis primos.A veces me cuesta mucho ver el sentido que tiene las reuniones familiares como en Navidad o en verano.
    ¿Cómo puedo mirar y valorar a la familia desde el punto de vista cristiano como tú lo ves?.