Tu eres eco del Dios compasivo…

El Señor es mi pastor…

Cada domingo nos vemos en la eucaristía, te veo allí disponible, suelta, junto a tu esposo, y me transmites paz, serenidad y hasta alegría; incluso a veces en la homilía me voy sintiendo reafirmado y motivado por tu expresión y tu atención; me alegra todo lo que voy sabiendo de ti, tu ser deportista, tu vivencia familiar, la educación de tus hijos, el sentido de tu trabajo, la sencillez de tu fe, tu participación en la parroquia, tu disposición a servir e monitora, tu alegría, hasta la botella de vino última que nos regalasteis a los curas y que estaba buenísima… alguna vez habíamos hablado del blog, pero hoy llego a casa y, aquí con mi madre como un miembro más del grupo, hemos tenido la reunión de profesionales cristianos, el tema que estamos desarrollando este año es la “indignación cristiana; cómo nos situamos ante el dolor , el sufrimiento y lo que se mueve a nuestro alrededor. Nos ha iluminado la parábola del samaritano y esa invitación a  “hacerse cargo de la realidad” (saber “ver” y discernir lo que está pasando); cargar con la realidad ( identificarse, entrar en la historia, tomar parte, “juzgar”, verla desde el sufrimiento con los que sufren, en la propia cabalgadura)  y “encargarnos de la realidad” ( “actuar” para transformarla, que nos toque el bolsillo, el corazón de  la vida). Nos abruma todo lo que ocurre y lo poco que podemos hacer, pero no podemos escondernos tenemos que seguir trabajando el tema la próxima semana. Ahora se han ido todos, y tras la cena de mi madre y de acostarla,  me pongo  a preparar cosas para mañana y me encuentro con tu correo, que me viene como anillo al dedo para seguir orando y rezando desde la reflexión de hoy, y necesito compartirlo con todos para que nos alimente.  Sí vosotros, los que  os tomáis como lugar propio mi blog, como casa compartida, me alimentáis con el solo hecho de leerlo, pero aun más cuando vuestro corazón se abre y compartís vuestros sentimientos, cuando esto ocurre siento a Dios a tan cerca… y releo lo que me decís y lo guardo en mi corazón, hoy has sido tu la voz de Dios y quien me transmite sus sentimientos: “Bueno, sólo era para decirte, que me entro en tu blog casi a diario, y que me resulta de lo más interesante y reflexivo.  Te estoy escribiendo desde un Mini Hp que me han traído los Reyes porque mi marido y mis hijos se han empeñado en que aprenda mejor las nuevas tecnologías y cada vez que me ven con el ordenador entre las manos vienen a intentar explicarme algo, aunque no se si con la intención de que yo aprenda o de cogerlo ellos, ja, ja…

Hoy he leído tu artículo de ayer día once hablando de “nuestro” Dios afectado, compasivo y comprometido y aunque estoy totalmente de acuerdo, qué difícil es ver imágenes de Haití después de dos años de ocurrido el terremoto, y preguntarme si Dios no está un poco distraído. O el mismo día que abrí mi Regalo de Reyes, tanta ilusión que me hizo y con tanta alegría que me lo dieron, veía en el Telediario 24 horas una mujer llorando por las riadas de Brasil y diciendo que lo había perdido todo, y yo lloré porque me parecía  tan injusto, tan injusto, que unos tengamos tanto y otros tan poco, o es más, nada! que se dice pronto…, que me sentí verdaderamente mal, sin dejar de agradecer al Señor la buena vida que me ha dado.

Después de leerlo todo y de ver las noticias, sigo pensando, que Dios no está donde no lo dejan entrar, y que verdaderamente el Señor se encuentra al lado de los que sufren, aunque algunas veces es difícil darse cuenta, y que aunque no deseo que el Señor me ponga a prueba, creo que tengo una fe fuerte, espontánea, y que  siempre desde niña,  me he sentido atraída por este Dios maravilloso, que me cuida y me mima y no ha dejado nunca de acompañarme, aunque mucha gente (compañeros, amigos…) piensen que soy una ilusa, y que todo es producto de mi imaginación. Pienso, que es cierto lo que dice mi Salmo preferido: Aunque camine por cañadas oscuras nada temo, porque Tú vas conmigo, palabras que digo al Señor cada noche, y que seguro que se cumplen con muchas personas que sufren tanto, tanto. 

Acabo de enterarme que ha muerto la madre de un compañero, él ha estado muy atento los últimos meses a sus padres mayores, seguro que hoy se tendrá que coger a este salmo tan tuyo  y orará a Dios Padre, junto al cuerpo  rendido de su madre, siendo apoyo  desde su hombro para su padre, y yo me uno a él, confiando en el mismo Padre en el que tú confías, y te doy las gracias por este regalo compartido de sentimientos profundos y de riqueza humana que Dios ha puesto en ti; te recuerdo y doy gracias por ti y los tuyos.

One Response to “Tu eres eco del Dios compasivo…”

  1. Bueno Pepe, pues ya sabemos por qué te sobran algunos kilitos; tantos como a mí. Pero lo mío es de comer más de la cuenta. Los tuyos de la “sobrealimentación”· que te da la gente que te lee en este sitio. Pero a los lectores les aprovecha y alimenta. Abrazo.