En medio del mundo

“Pongo ante ti vida y muerte”

Me duele la basura y las botellas vacías en medio de la calle, al comenzar la mañana…sufro por la posibilidad de que sean signo de otros vacios. ¡Si tuviéramos y les transmitiéramos el hambre y la sed de justicia¡ Oigo en mi interior, ante esta realidad, el  grito de Yahvé al profeta: “¿Quien irá por mí, a quién enviaré…? Y quiero responder, desde mi debilidad y mis limitaciones, “Aquí estoy, Señor, envíame¡

Contemplo y oro en mi interior desde todas aquellas personas que traigo a su presencia, que se dejan la vida en la opción por los jóvenes, y en especial a los propios jóvenes; a todos aquellos con los que he compartido camino y que he podido gozar viendo cómo al encontrarse y conocer internamente a Cristo y sus sentimientos, lo han estimado todo basura y pérdida con tal de tenerlo a él, y han arriesgado con radicalidad con hambre y sed de justicia en medio del mundo. Ahora ellos son antorchas en medio de los jóvenes, y luz para un mundo en crisis. Ellos iluminan mi camino y me transmiten su hambre y su sed de Reino.
 Pienso en el último trabajo que traigo entre manos y me deleito en él: “De la indignación al compromiso. Jóvenes arriesgados y firmes en la Fe”; un trabajo lleno de vidas concretas y de claves personales en el seguimiento a Jesús de Nazaret, que marcan cuál ha de ser el sendero y la luz de una vida comprometida, para aquellos que han encontrado el tesoro, y por la alegría que les ha dado, han organizado su vida para dejarse poseer por él. Ellos han elegido la Vida.

Y al llegar la noche y contemplar el día, observo cuántos sentimientos distintos han pasado por mi interior en este día, cómo la contradicción forma parte de la vida, y cómo siempre el trigo la cizaña van juntos, y la grandeza está en saber elegir el camino de la vida frente la muerte; sí la imagen de comienzo- restos de botellón-  hablaba de ruptura con la creación, y  observo que hay otros hechos que a lo largo del día están en paralelo con esa misma actitud y que vienen cargados de muerte y destrucción: el periódico se despacha con que por fin han descubierto los cadáveres de los niños desaparecidos en Córdoba y se van cumpliendo las sospechas de que los había podido asesinar su padre; y más tarde mi amigo Carlos, desde la sierra de Madrid, me grita vía internet, con imágenes y vídeos de la sierra ardiendo – la que él disfruta todos  los días y desde la que canta y ora a Dios cuando por las mañanas temprano se dirige a su trabajo-. Más tarde me informa que parece ser que ya han detenido al  pirómano, un señor despechado que, tras una pelea en la fiesta de Villarobledo de Chavela, prometió que prendería  la sierra que lo rodea, más contracreación inaudita e inexplicable.

Pero frente a estos elementos de destrucción y los sentimientos negativos que me han producido, he sentido momentos de vida y creación únicos: hoy, por primera vez, me ha visitado Pablo – tiene dos meses- ha ido con sus padres a la facultad de educación, lo han llevado para estar conmigo y que yo me sintiera  abuelo – aunque fuera postizo- y he sentido como, en su debilidad y dependencia, producía gratuitamente ternura y delicadeza en mi interior – como a veces siento con mi madre en la misma debilidad y dependencia-, nos ha regalado sus mejores sonrisas y carcajadas, ha conseguido que la universidad  fuera hoy para mí  más comunidad y familia ; después  he llegado a casa y  he visto unidos en el mismo lugar los frutos que últimamente me han llegado de  gente querida: tomates, melocotones, sandías, melones, pimientos, higos, cebollas, huevos de campo…todo con color, brillo, natural… un bodegón único- en el decir de Ana –, con denominación de origen, de tierra extremeña y de callos generosos  en las manos que se entregan en el cuidado y la atención de esa misma tierra, labrada y hecha dehesa para gozo de todos en la gratuidad, fabricada en siglos de luchas y sudores; y en la misma casa, he recibido esta tarde al albañil- buen amigo-   y al  pintor que vienen a restaurar  y embellecer, con la pintura de lo blanco,  la vivienda gozosa que disfruto con mi madre, otro gesto más de cuidado y cultivo.

Y en este contraste, me duermo recordando el texto del Antiguo testamento que nos habla de esa elección que es permanente: “pongo ante ti  vida y muerte; elige la vida y serás dichoso”.  Y rezo con el himno:

“Tú por la luz, el hombre por la muerte,

 que se acabe el pecado,

 mira que es desdecirte dejar tanta hermosura en tanta guerra,

que  el hombre no te obligue Señor

a arrepentirte de haberle dado un día las llaves de la tierra”

Y tengo claro que a los jóvenes lo que les va a seducir es la vida si llegan a sentirla y conocerla, ahí está el encargo:  ayudarles a discernir la vida de la muerte, para que elijan en la verdad y en libertad. ¿Qué discurso les habrá llegado hoy?

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