El currículo oculto de Isidro

SACRAMENTO DOMINICAL

Hoy  al final de la jornada dominical, tras la Eucaristía de la tarde en la parroquia del Perpetuo Socorro, he vivido uno de esos momentos  que generan esperanza y animan en el trabajo de pastoral universitaria. Antes de comenzar la celebración se ha acercado Isidro, él es estudiante de quinto de Ingeniería química, y traía la oración y el esquema de reunión que estuvimos preparando hace unos días en el despacho de la universidad. El va a acompañar  un nuevo grupo de universitarios. Recuerdo que lo conocí hace cuatro años  en el encuentro de acogida, estuvo con compañeros de Mérida, alguien me lo presentó con interés y me dijo que tenía que animarlo a que se metiera en  faena dentro de la pastoral, le animé y le invité pero él no consideró que fuera su momento, es decir, no me hizo ningún caso. El curso pasado en Octubre – su cuarto año- comenzaba la asignatura de “hombre y Dios”, el primer día suelo hacer que se presenten los alumnos y también lo hago yo, al llegar a él –estábamos pocos en clase-  le dije que su cara me era conocida, al decir que era de Mérida, le comenté que lo recordaba de aquel encuentro  y de la conversación que habíamos tenido; más tarde me comentó que le extrañó y le llamó la atención que lo recordara. A partir de ahí, esa asignatura que tiene como finalidad desarrollar la dimensión heurística de las personas, en lo que se refiere a los saberes, ciencia y fe,  universo, hombre y Dios, y que desde ahí interpela sobre cuestiones personales de cierta profundidad, a él le comenzó a sugerir algo que no había trabajado explicitamente nunca, la relación entre su estudio, su ser universitario, y su fe cristiana. Fueron bastantes momentos de diálogo y encuentro, más allá del aula, en las tutorías de mi despacho. Ahí él me fue transmitiendo su compromiso juvenil y cristiano, muy ligado a su parroquia y las actividades de jóvenes, su ilusión por el camino de Santiago, a la vez que iba reconociendo que tenía pendiente esta dimensión universitaria de su ser creyente, o lo que es lo mismo su vivencia de la fe en la universidad, su ser apóstol y enviado a este medio para evangelizar y ser testigo del Maestro en quien cree y a quien sigue.  Este verano, tras la enfermedad de Antonio, su párroco y acompañante, se hizo cargo del  camino a Santiago con cuarenta jóvenes, con la responsabilidad de un joven que es bien maduro a sus veintitrés años, aunque dé sensación de cuadriculado.

Al comenzar el nuevo curso, ahí estaba Isidro para superar su asignatura pendiente de pastoral universitaria, inmediatamente se prestó para ser parte del equipo de la delegación – a nivel de alumnos- y en Septiembre ya vino a reuniones en las que  íbamos a preparar los eventos de comienzo de curso, asumiendo responsabilidades y compromiso;  la oración que acompaña los marcapáginas que se han elaborado para la delegación,  es obra suya. El día de la acogida, allí mismo se detectó la necesidad de  continuar. Jóvenes universitarios que estaban allí por primera vez,  deseaban que aquello tuviera continuidad y pedían algún modo de realizarlo, estando dispuestos a formar ellos un nuevo grupo. Ante esta necesidad, Isidro que conocía a algunos por haberlos acompañado en años anteriores cuando estaban en el instituto en su parroquia, se mostró disponible para acompañarlos, a la vez que se forma él. Quiere vivir sin miedo su fe en la universidad, con compromiso y  desde ahí se ofrecía para estar como hermano mayor con ellos, en el día que a ellos les viniera mejor.  Decidieron que el Domingo, en el Perpetuo Socorro, a las ocho y media después de la Eucaristía en la que suele participar él durante el curso.

Hoy, como un reloj,  con adelanto, estaba Isidro en la parroquia para mostrarme el guión de la reunión, y ponerse a rezar por la obra que iba a comenzar y que hemos tenido presente en la Eucaristía. Tras la celebración, se han acercado Ismael  e Inma  que también habían concelebrado, él hace primero de Matemáticas  y es un especialista en Natación, ella es de Zarza de Alange, estudia  primero  de medicina y realizó el camino de Santiago este verano, así que los dos conocen a Isidro; Dani no ha podido venir porque le ha tocado esperar al casero que venía a esa hora a su piso para arreglar un problema de las calderas y Marta no ha sabido llegar a la Parroquia. Por otra parte allí estaban también a las ocho y media, Eva, Carlos e Iván, que vienen de la Facultad de Educación y están en cuarto curso, terminando ya magisterio; realizan  cursos de teología  para poder ser profes de religión, pero están inquietos por confirmarse y deseaban estar en un grupo de vida cristiana. Sus procedencias son variadas, de parroquia y colegio religioso en la ciudad.

Ricardo, al darles las llaves para poder utilizar las instalaciones de la Parroquia cuando a ellos les venga bien, me comentaba que esto era divino, un joven  como Isidro, fuera de su entorno parroquial normal, dispuesto a vivir su fe y acompañar a otros más jóvenes y menos iniciados, y un grupo de siete jóvenes universitarios, que un Domingo a la noche – algunos recién llegados de sus pueblos y casas paternas-  allí estaban dispuestos a algo nuevo y desconocido para crecer como personas y creyentes, a formar un grupo de vida. Y allí mismo en un momento casi sin conocerse, comenzaba a salir la posibilidad de organizar el camino para Santiago de jóvenes universitarios en verano, y que ellos podían ser  organizadores comprometidos para que pudiera ser. Cuánta vida abierta en un sólo momento¡

Yo que acababa  de celebrar, reconociendo en la Palabra cómo Dios nos quiere y nos invita a entrar en la dinámica de su amor y de su reino, veía en este signo un golpe más de gracia y resurrección. Allí estaba Cristo resucitado en este grupo, en este Domingo, diciendo que es posible, que para Dios nada es imposible, y que el reino es como la siembra de trigo, que tu duermes, y mientras,  Dios va haciendo crecer y consolidar  realidades y signos que lo son de fe y esperanza. ¡Chapeau, para estos jóvenes universitarios y para este nuevo apóstol Isidro¡

Y me enamora este quehacer de la Pastoral Universitaria, que recoge lo que otros sembraron, convoca y reúne, congrega y acompaña para que ellos tengan vida y la siembren en el espacio universitario, que hoy por hoy es su ambiente, y es donde se están formando los que profesionalmente, económica , social, y políticamente van a dirigir nuestra sociedad en pocos años. Sí, esta pastoral universitaria que se preocupa del Currículum oculto, del bien- ser  y de la profundidad de los jóvenes, en este empeño que ayudarles a unir fe y vida en su ser universitario. Ahora me han pedido que tenga una ponencia en el próximo encuentro de delegados de Pastoral Universitaria que se organiza desde la conferencia episcopal, cuánto me gustaría poder  saber narrar allí todo lo que el Espíritu viene haciendo entre nosotros en todos estos años.

 

3 Responses to “El currículo oculto de Isidro”

  1. El Reino, poco a poco va dando pasos… Me alegra muchísimo!

  2. ¡Qué maravilla, Pepe! Noticias que aunque tan solo sea por su sencillez, alegran el corazón. No digamos si se entra en el contenido.

  3. Jesus esta presente en cada corazon que le acoje,en el corazon de las cosas y en el corazon del mundo.Os pido que a vuestros amigos y amigas les contagieis de ese virus de bondad que teneis.