“El Señor es mi fuerza…”

¿Quién me hará temblar?

el papa se vaComenzamos hoy la cuaresma, tiempo de reconciliación con nosotros mismos, con la vida, la historia, la humanidad  y nuestro Padre Dios. Oro en este despacho pequeño de la universidad,  me sirvo para ello de la gratuidad de “rezandovoy.org “,  y voy sintiendo el deseo de ser habitado por los sentimientos de Cristo, a la vez que descubro una vez más la necesidad de unificación interna y reconstrucción de mi propio yo, en mi opción fundamental de ser la persona que quiero ser viviendo como hijo de Dios.

jaraOrando, vuelvo a necesitar signos de la vida y de la calle que me ayudan a entrar en la profundidad a la que me llama este tiempo litúrgico que estrenamos. Son dos los que me llegan, uno, del que ya he hablado, es el gesto del Papa Benedicto asumiendo la debilidad como clave de servicio coherente a la Iglesia, saber estar y saber irse, porque el único absoluto es el Padre y todos nosotros valemos por el amor que El tiene a nuestra pequeñez, que no debemos ocultar sino asumir, y compartir en la compasión.  Pero junto al gesto del pontífice, tengo viva una anécdota  de hace unas semanas que sigue rondándome en la cabeza y sobre todo en el alma y que me viene quemando, como llamada a la conversión sincera, desde dentro, y que me sirve como referente central para esta cuaresma, y que está en el mismo tenor que la del papa pero en un clave mucho más suave y anónima, como la brisa que pasaba por delante de la cueva de Elías, donde sí estaba el Señor.

familia charitoMe refiero a Charito, una  mujer sencilla y fuerte de Cheles, un pueblecito donde comencé a gozar el ministerio sacerdotal con veintitrés años, mi primera parroquia. Recuerdo que siendo seminarista, fui a aquél pueblo para hacer un trabajo de teología pastoral, quería yo saber cómo se podía trabajar la pastoral del bautismo en una parroquia sencilla de un pueblo, y por amistad con el cura fui allí.  Era la fiesta de S. Isidro que se celebraba con romería en la dehesa de la Talanquera; primero la misa y en ella un pequeño coro con voces magníficas, y una chica con unos dieciocho años que vestida con traje gitano, blanco con lunares azules – o al revés – cantaba el padre nuestro de Brotes de Olivo  con pasión y alegría, y después bailaba y cantaba en la fiesta con mucha gracia y humor. Era Charito, enamorada de Rafa, un joven de pelo largo y con muchos sueños en la cabeza y el corazón. Siendo ordenado sacerdote fui enviado a aquél pueblo, y allí viví mis dos primeros años de sacerdote. Y recobré la relación con esta pareja, ya recién casada que esperaban su primer hijo; fueron para  mí hermanos y familia acogedora. La sensibilidad de esta mujer, su ternura, su visión creyente de la vida, sus sentimientos compasivos, su alegría, su mundo de relaciones… todo se conjuntaba desde la sencillez.  Los negocios no eran fáciles,  Rafa se equivocaba, pero ella se mantenía fiel, y luchaba y aceptaba las consecuencias aportando trabajo, sacrificio y sobre todo amor. samaelSu opción era clara y su fidelidad total, en la salud y en la enfermedad, en lo bueno y en lo malo, en las virtudes y en los defectos…Vinieron de su generosidad cuatro hijos: Samael, Josué, Ana Esperanza (soy su padrino), Odaliz, cada uno con sus grandezas y sus preocupaciones, amados y queridos, y apoyados en esta figura materna y su fuerza permanente como columna base. La vida ha sido rica para todos ellos, pero no han faltado dificultades  y sufrimientos, a la vez que siempre ha estado la serenidad, la paz, la calma y la esperanza… Y en medio de todo ello la fe y la firmeza de Charito.hostal Ella ha estado en todo: parroquia, escuela, ámbitos culturales y asociativos del pueblo, diversión… en todos activa y con fuerza. Se ha relacionado con todo el pueblo desde el comercio, el banco, el bar… en las dificultades, en las alegrías y fiestas. Los conoce a todos y los valora, se alegra y sufre con ellos.

chelesHace tres meses Rafa, tuvo que entrar en la UCI con una septicemia fuertísima, y allí sigue. Charito a su lado, pero a los dos días de permanencia en la sala de espera,  su familia, su negocio, su vida, le hace tomar la decisión del volver a su trabajo, a su empresa, a sus hijos… y no estar pasiva en una sala  del hospital sin hacer nada. Todos los días viene desde el pueblo para estar con Rafa el tiempo que le permiten entrar en la UCI, por la mañana su hijo Josué acude a la información médica.

Una tarde, me acerqué a verla, y pude entrar con ella a estar con Rafa, medio ausente y bastante mal, con un pronóstico muy grave. Ella le acarició, lo besó… y me decía tu sabes que lo quiero, siempre lo he querido, y él siempre me ha querido a mí, haya acertado o menos en sus decisiones de vida personal, familiar, o laborales y económicas.

cristo de la  pazPero el hecho que me marcó, aunque no me sorprendió, es que antes de entrar en la UCI tomamos un café en el bar del hospital, junto a otro paisano y su hija pequeña, y al hablar de cómo se encontraba, confesó públicamente:”Pepe, tú sabes que para mí siempre Dios, ha sido mi roca  y mi fortaleza, por eso qué voy a temer, quien me hará temblar… yo confío, creo y eso me da las  fuerzas. Nada me derrumbará, porque El está conmigo, y voy a seguir adelante, hasta don él quiera”.

¿Entendéis por qué al comenzar la cuaresma mi referencia  es la fe de esta mujer sencilla y viva de Cheles?  Dios nos sigue evangelizando con mucha fuerza en los sencillos.

6 Responses to ““El Señor es mi fuerza…””

  1. …nada mas que añadir a tu testimonio…ahí seguimos con Esperanza, Fe…
    Como bien manifestó mi cuñada “Dios es nuestra roca y fortaleza…no temeremos nada y seguiremos hasta donde El quiera”.
    Un abrazo.
    Ramón

  2. ¡¡OJALA¡¡tuviera yo la mitad de la fuerza que tiene Charito……

  3. No puedo comentar nada, estoy llorando

  4. Charito es mi TATA….de ella he aprendido, su alegria contagiosa… desde aqui le mando toda la fuerza del mundo porque se que es muy dificil lo que tiene que pasar todos los dias… UN ABRAZO MUY MUY MUY MUY FUERTE

  5. Ya más sereno, me ha llegado al corazon…y lo he puesto en Twiter para que a los demás le haga tanto bien como ma ha hecho a mi. Gracias.

  6. Charito, sin duda alguna “Tienes motivos para vivir y un sentido profundo de la vida” como bien nos dijo D. Pepe Losada en la Universidad. Un abrazo muy fuerte.