“Visa…pasa al banquete de tu Señor”
“Jesús Visa …pasa al banquete de tu Señor”
“Porque has sido fiel en lo pequeño y siempre…” Así te habrán recibido en el reino de Dios y en su banquete, ya sin peligro de diabetes ni máquina para dormir. Te has ido en silencio y rápido, como quien no quiere la cosa, sin aparentar. A lo largo de tu vida has sabido estar y trabajar desde lo pequeño, en la irrelevancia y la insignificancia social, por eso no has entrado nunca en crisis humana ni eclesialmente. Desde que te conocí siempre me interrogó qué era lo que te hacía permanecer incansable e inagotable en tu ministerio de acompañamiento a los jóvenes, y eso incluso “aunque no hubiera aceitunas en el olivo ni vacas en el establo”, ni en tu espacio eclesial fuera reconocido o valorado lo que tú realizabas. Sí, eso que decimos de “quemarse” en una labor, o dejarla para irse a otra que te diera más beneficios o reconocimientos externos. Siempre me pregunté que dónde estaría tu fuente.
Poco a poco lo fui descubriendo. En primer lugar en los encuentros para realizar ejercicios espirituales en Ávila organizados por el Prado. Ahí me di cuenta que eras “hombre de palabra” y lo que era más importante aún “hombre de LA PALABRA”. Tu pertenencia al instituto del Prado en ti era interior y auténtica, el Padre Chevrier y su amor al evangelio y a la humanidad te ha marcado de un modo auténtico y original, tú has sido sin duda un “obrero del evangelio”. Lo has sido en los cánones que marcan un buen discipulado y acompañamiento:
– El centro de tu quehacer no has sido tú, sino la Palabra, el Evangelio y las personas con las que caminabas. Tu trabajo del Evangelio y tu fidelidad a las personas en su realidad concreta han sido extraordinarias. Dios te ha hecho grande en lo pequeño.
– Tu disponibilidad ha sido única. Eras la raíz por la que seguía subiendo la savia viva del compromiso militante en la pedagogía de la fe y de la acción, propia de los movimientos de la Acción Católica. No ha habido encuentro, asamblea, formación…en el que tú no hayas estado silenciosamente disponible, radicalmente dispuesto. Ciertamente tú no te has quedado parado ni anclado en ninguna aldea o reconocimiento, o búsqueda de ascenso.
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Tu fidelidad incalculable. La gracia de Dios no cayó en ti en saco roto, por ningún agujero o debilidad se te ha escapado tu fidelidad al sentido verdadero de la Acción Católica y sus cuatro notas, ni tu entrega al mundo juvenil y estudiantil. La historia de la JEC en España no podrá hacerse en las últimas décadas sin hacer alusión a ese apóstol incansable que ha sido Jesús Visa.
– Transparente y auténtico, has manifestado con sencillez, humildad y también con claridad todo lo que pensabas en cada momento. Tu reflexión, sopesada y por escrito –tras meditarla- siempre ha llegado a los lugares de pensamiento del movimiento como aportación y nunca como exigencia, ni con contrariedad aunque vieras las cosas de otro modo a cómo se planteaban.
Muchas más cosas se me ocurren en oración ante el Padre al recordar tu persona y mi relación contigo; siempre me sentí valorado y querido por ti, por eso siento que algo mío está ya contigo en ese Padre bueno que nos unió en el quehacer ministerial. Me da mucha paz pensar cómo Cristo te ha llevado junto al Padre, y cómo tú habrás llegado lleno de su Espíritu, hecho alegría y canto. Seguro que el Padre con el cariño que le caracteriza te habrá proclamado entre todos: porque has sido fiel a la Palabra, disponible, acompañante, transparente…en lo diario, lo pequeño, con los jóvenes… pasa al Banquete de tu Señor. Habrá ocurrido lo que tú esperabas, siempre fuiste un hombre de esperanza así lo dijo don Ricardo Blázquez en tu funeral, y no lo eras por ser naturalmente optimista sino porque todo lo pasabas por Jesucristo y su Evangelio. Qué testimonios de vida –desde la JEC- en tu funeral¡¡¡
Algún día, sin duda, nos encontraremos contigo como tú ya te has encontrado con José Ángel, Genaro, Pepe, Pedro…aquellos con los que compartimos tarea y apostolado a favor del Reino de Dios en los ambientes estudiantiles. Desde la comunión de los santos sabemos que vas a seguir siendo fiel a lo humano en nosotros, con el gozo total de lo divino en la corona gloriosa del Cordero a quien conociste, amaste y seguiste en tu vida.
José Moreno Losada.
