Terrorismo, ideología y humanismo

Asesinadas: Berta y las misioneras de la Caridad

Han asesinado a Berta Cáceres, mujer de latinoamérica solidaria y comprometida con la causa de la pobreza, de su pueblo y de su tierra,líder del pueblo campesino. Ella fue la que leyó, ante el Papa Francisco,  la síntesis del congreso en el Vaticano que trató sobre los movimientos sociales y el mundo del trabajo. Al mismo tiempo han sido asesinadas cuatro misioneras de la caridad, junto a doce personas más, en un asilo de Yemen, fundado por la madre Teresa de Calcuta. Ahora diremos que todos somos ellas… pero no es verdad…todos no somos  Latinoamérica, Yemen, ni París,  Francia, Madrid, Londres, Siria, Sierra Leona, Lampedusa…pero el problema si es de todos, lo queramos o no. A los hechos me remito, puede pasar en cualquier sitio. El problema es de todos, de todos!

Ayer fue con Berta y las hermanas de la caridad, antesdeayer en ciudades de Europa. Una vida humana no vale más que otra vida humana, porque la dignidad de cada una es absoluta y no tiene precio, si alguien quisiera comprarla se haría despreciable. Despreciables son todos los hechos que destruyen al ser humano en cualquiera de ellos.

Cuando a una vida humana le ponemos precio y le damos valor desde la patria, el mercado, la política, la religión, los saberes y los poderes, nos adentramos en el camino de la ideología del terror, del miedo, del muro y la muralla, de la muerte y la destrucción. Ideologías que usarán doctrinas, normas y leyes para justificarse en lo que no hay justificación, ya sean de mercado, religión, frontera, política o sanitaria.

Frente a la ideología del terror y su terrorismo -sea del tipo que sea- no vale la indiferencia ni la neutralidad. No hay humanismo sin ideología, ya lo decía Nietzsche que “quien tiene un por qué para vivir, resiste cualquier cómo”. Por eso frente a la ideología del terror, necesitamos la ideología de la fraternidad, de la igualdad y de la libertad. Hemos de estar dispuestos a poner fundamento y razones a esta ideología y para esto sirven todos los materiales y todas la manos: Corán, Biblia, Enciclopedia, Filosofía, Política, Economía…Toda la tribu, con todos sus corazones y todas sus emociones. No hay humanismo sin corazón, y el corazón tiene razones que la razón no entiende.

Hoy es un día más en medio del terror del mundo,que ha atacado a personas entregadasy comprometidas,para  para dejarnos tocar en el corazón y abrir nuestros ojos a la verdad de un mundo que necesita misericordia, sanarse, quererse, convertirse, humanizarse. Cada uno que ponga en el asador toda su carne, todo su corazón, para que no haya más corazones de piedra capaces del terror en cualquiera de sus formas, que van dejando sus muertos en plazas y en templos de solidaridad y de compasión como el de estas mártires últimas, o en plazas y metros nuestros, en pateras en medio del mar, en alambradas de fronteras, en masas humanas de hambre y enfermedad.

Otro mundo es posible, y otra ideología nos hace falta, que se enraíce en el corazón de lo humano, en lo entrañable, en lo almado, en la misericordia y la compasión, para que pueda haber verdadera justicia, libertad, igualdad y paz. Mi Dios me empuja por este camino, es el mismo que al que rezaban estas mujeres, seguro que el tuyo – y tu propio  espíritu-  si lo escuchas de corazón también nos empuja en la misma dirección.

José Moreno Losada