Los jóvenes y sus apuestas

“Cuadriplicado

La imagen puede contener: una o varias personasAlguna vez he pensado entrar para observar y salir de mi asombro, pero me da vergüenza y cierto apuro. Suelo tomar café en la terraza del bar de la estación de Renfe en Badajoz y observo como enfrente hace tiempo que abrieron un local de puertas cerradas, muy adornado de posters  juveniles de variados deportes, fútbol, baloncesto, carreras de coches, caballos… Al principio me generaba duda de qué podía tratarse. Veía entrar un montón de jóvenes, varones normalmente, hasta que me informé de que donde antes había un restaurante ahora, bajo la semblanza de cafetería juvenil y millenials, había una casa de apuestas. La razón de la entrada de estos clientes jóvenes no era el deporte, era el juego de otro tipo, apostar dinero, todo mezclado con el deporte y la competición. Dicen que se trata de apuestas que pueden ser desde cantidades muy pequeñas, van muchos y muchas veces, será una iniciación para la vida profunda y bien construida, que ha de hacerse ladrillo a ladrillo. Lo uno a que en la plaza del alféreces también me llamó la atención en horario de salida del instituto, cómo entraban en procesión un grupo de estudiantes y al fijarme en el establecimiento descubrí que era otra casa de apuestas. Y alguna más he visto en barrios y zonas de centro. O sea, que la juventud pacense es una juventud -aunque lo de generalizar está fatal- que apuesta y arriesga… vaya por Dios. Y se le pone fácil, a ser posible un “templo” en cada barrio o junto a cada instituto para que vayan conociendo al Dios dinero junto al Dios de la suerte y entiendan que la vida es eso, nada más que una lotería en la que te puede tocar perder o ganar, pero que hay que apostar para poder ganar…aunque lógicamente, racionalmente, todos sabemos que ganará el que apuesta por el negocio de un local de apuestas. Zonas de apuestas cercanas y buenas zonas y tiendas para el botellón, un conjunto articulado y bien armonizado para una formación integral.

Otras apuestas… minoritarias

La imagen puede contener: textoPero hay jóvenes que apuestan  y arriesgan de otras maneras, que aprenden a vivir y se entregan en otros modos y maneras de construir sus personas y sus mundos. Que le dan un sentido a su estudio, que buscan razones para vivir en profundidad y que se toman en serio el proyecto fundamental de sus vidas. Suelen ser procesos minoritarios, largos en el tiempo, con compromiso y palabras de vida, al mismo tiempo que alegres, socializados y sensibles. No suelen caer en la indiferencia, ni son indoloros, huyen del individualismo y van encontrando motivos para esperanzarse con una sociedad y un mundo mejor en el que creen y por el que luchan. También saben bailar, cantar, tomar cerveza, viajar, hacer deporte, etc. Hay adultos que creen en ellos, los acompañan y los animan. Suelen pasar muy desapercibidos tanto en la sociedad, como en los  ámbitos escolares, incluso en los eclesiales. Pero se plantean a fondo ser ciudadanos, estudiantes con-sentido, y buenos cristianos, encarnados para vivir su fe y seguir el evangelio. Hoy se juntarán algunos de ellos en los locales de nuestra parroquia de Guadalupe. Es bueno no olvidar a qué y cómo estamos invitando a apostar y arriesgar a nuestros jóvenes actuales. Así como quien les acompaña y cómo se les facilitan apuestas y riesgos. Ahí nos jugamos su presente y nuestro futuro.