Romería de amor y duelo

Romería de “Por ellos”

 Ayer volvía a vivir con la asociación “POR ELLOS”, de extremadura, un encuentro de luz y amor en el duelo. Creo que es bueno dar a conocer estos quehaceres de común unión ante la muerte de lo hijos, y su tarea de acoger y acompañar a los que van viviendo este dolor tan radical. Ellos están muy interesados en que se les conozca porque hay mucha gente que vive el duelo en una soledad total y se mueren en vida por no poder compartirlo.

Gracias por venir (Amor y Duelo)

Había estado dudando si ir o no ir. Su duelo está en una etapa muy tierna y le está costando mucho vivir. Se levanta por la mañana y se poner a hacer cosas sin parar, deseando que llegue la noche para dormirse y romper con la vida. Le cuesta vivir sin él, sin su hijo del alma, aunque se siente amada profundamente por su marido y sus otros dos hijos. Le puede el sentimiento que parece que no le deja vivir, sobre todo cuando tiene que levantarse. Pero al final venció los obstáculos y vino al encuentro.Un día de encuentro

La asociación “Por ellos”, desde los acompañantes de Villanueva de la Serena -especialmente Maria Ángeles-, le están acompañando en este proceso de duelo, le habían invitado a venir a este encuentro de Pascua primaveral, entre los dos pantanos que se hallan en Cordovilla de Lácara. Allí debajo de una encina, ya sacramental para ellos, se prepara un campamento muy sencillo de estos matrimonios que tienen en común el sentimiento de haber perdido un hijo. Cada uno aporta su mejor comida, sencilla y elaborada, y se encuentran para abrazarse en fraternidad.

Allí se pone en la mesa el pan y el vino, cargado de dolor, recuerdo, duelo, pero a la vez de fraternidad, acogida, consuelo, amor. Lo tienen claro, para ellos sólo hay un dogma verdadero, frente a la muerte de sus hijos, no tienen más arma que el amor. Es lo que están descubriendo en sus procesos de vida y de muerte, sólo queda el amor. Y ellos quieren que esta verdad fundamental, se haga tradición y se transmita, especialmente a todos aquellos que van viviendo la experiencia de sentir que se muere un trozo de ellos, un hijo, pero que si aman esa parte entrañable dará frutos, se hará fecunda y así permanecerán en la esperanza de que sus hijos no están muertos sino que duermen y esperan la vida eterna, donde deseamos encontrarnos.

Unos con fe y otros sin ella, pero todos con el deseo de amor y de vida. Yo ayer volví lleno de esperanza y de luz. Al leer hoy, en el evangelio, que Jesús hacía lo que había visto hacer a su Padre, obedeciéndole y amando, yo hoy confieso que en esta asociación se obedece a la vida y al amor frente a la muerte, sin dejarse vencer por ella. A mí me gustaría obedecerles y hacer como ellos hacen. Al final esta madre se alegraba por haber venido, pero ella alegró a todos viniendo, porque así nos decía que nos quería, había obedecido a la vida frente a la muerte. Le duele haber perdido la fe junto al deseo de vivir, pero ayer creyó en el amor y venció a la muerte en esta comunidad de vida, es el camino para recuperar el sentido desde la herida.

En Córdobilla de Lácara: Dehesa extremeña

José Moreno Losada.