Buen viaje don Celso

El arzobispo Celso visita a sus misioneros en Perú

Detalle de pastor

Buen viaje don Celso
En escuelas que atiende Manuel Vélez, sacerdote diocesano de Badajoz en la diócesis de Cajamarca.

Son las doce de la noche, oigo de fondo el runruneo de la feria de san Juan, atracciones y casetas. Me alegro del detalle de las horas de silencio musical para los niños con autismo y su uso de las atracciones, lo que debería ser normal todavía es extraordinario. Pero hay muchas cosas que son extraordinarias e incluso anónimas como la que relato.

Acabo de recibir un watsap del arzobispo Celso, está en Barajas, preparado para coger el vuelo que le llevará a Lima, para visitar a nuestros misioneros en Perú. Bromeo con él referenciándole una cita bíblica en la que Jesús le dice al pastor Pedro que cuando era joven, él mismo se ceñía e iba donde quería, pero cuando seas mayor otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras.

Hace unos días teníamos una conversación larga y profunda, agradezco su actitud de escucha, compartí con él sentimientos personales sobre nuestra diócesis y su gobierno. Me siento en libertad para poder hacerlo y eso es un bien en la Iglesia. Al terminar esa conversación hablábamos de su próximo viaje a Perú, que ya le coge a trasmano por edad y situación personal, pero la insistencia del delegado de misiones le ha podido y ahí está embarcando allende los mares, para abrazar a sus sacerdotes y conocer su trabajo apostólico en esas tierras, aunque también lleva el deseo de poder captar algún sacerdote que se una a este presbiterio para realizar la tarea pastoral.

Qué curioso, a visitar misioneros con el deseo de que nativos de allá vengan a misionar acá, un poco misterioso. De todos modos, y sin entrar en detalle, lo que quiero es manifestar mi aplauso a este gesto de bondad y de cercanía de un pastor con su presbiterio. Es cierto que esto no basta para el gobierno, pero también lo es que sin esta actitud la perfección carece de compasión y misericordia y se hace infecunda, aunque parezca efectiva. En este aspecto deseo parecerme a mi pastor, que la ternura y el cariño sean verdaderos y que no le falten nunca. Pediremos para que la autoridad también le acompañe en su quehacer apostólico. Buen viaje don Celso.

Lo que quiero es manifestar mi aplauso a este gesto de bondad y de cercanía de un pastor con su presbiterio