Un joven estudiante “con-sentido”, David Aguilar

 

La sociedad sigue preguntándose acerca de la formación de sus ciudadanos. La escuela es uno de los ejes fundamentales a la hora de realizar ciudadanía. ¿Qué estudio, qué escuela, qué sociedad, que ciudadanos…que persona? Es una cuestión fundamental y se aviva cada vez que comenzamos un nuevo curso. La noticia ayer, en noticiario de TVE,  de un joven estudiante, David Aguilar, me sirve de punto de partida para una reflexión de siempre.

El sentido del estudio y David Aguilar

facultad

Hoy he comenzado un nuevo curso en la facultad, nuevos alumnos y misma materia. El reto de recrear y renovar mis objetivos y contenidos programáticos para ayudarles a crecer desde esta materia que ya llevo impartiendo más de veinticinco años., Pedagogía y Didáctica de la ERE en E.I. Ahora cuando casi alcanzo edad de jubilación, quiero responder con fuerza a la inercia de repetir y dejarme llevar por ser los últimos pasos, mi interior me lleva a creer y crear de nuevo al comenzar esta andadura y ver los rostros y ojos inquietos y brillantes de mis nuevas alumnas y algún alumno de educación infantil.

Comienzo con un recurso que obtengo del noticiario de TVE de ayer que creo que viene al pelo:

https://www.youtube.com/watch?v=vmrV6ow2tZ4&ab_channel=RTVENoticias

Nos introducimos en la materia con la cuestión del sentido del estudio, del valor de la escuela, y del bien interno de la profesión de maestras, desde ahí estableceremos la conexión con la enseñanza religiosa escolar. Descubro que este testimonio sencillo de un joven estudiante universitario singular puede servir de referente para el primero objetivo. Deseo que los alumnos, con la instrucción recibida desde claves antropológicas y filosóficas, puedan hacer una lectura crítica y profunda de su camino de estudiantes y de la importancia de lo escolar en sus vidas.

DAvid

Las cuestiones fundamentales que nos planteamos son el “por qué del estudio, el cómo, el para qué y el para quién”. Llevamos años trabajando este aspecto vivencialmente en el acompañamiento de estudiantes y de profesionales, desde el ámbito universitario y creyente. Considero que esta pequeña entrevista que puede completarse con documentales y otras noticias al respecto, presenta de un modo concreto, vivencial encarnado, las cuestiones planteadas. Nos interesa pasar de esta vida y este sentido, a la de cada joven alumna para poder mirar de este modo lo que nos traemos entre manos y el futuro utópico de una profesión que ha de ser fundamental para la sociedad, como es la de maestros y especialmente los que atienden a alumnos en la más tierna infancia de tres a seis años.

Les preguntaba yo, qué país les parecía pionero y avanzado en el tema de la educación escolar y su importancia, y me respondían con unanimidad que era Finlandia, un país que curiosamente la nota de corte más alta para la universidad está en los grados para ser maestros de niños pequeños. Entienden que ahí es donde más cuidados han de tener y más selección han de hacer. Al terminar la clase, una alumna que se acerca para expresar que no pudo estar en la clase anterior, donde presentamos el programa, me comenta que estuvo en un erasmus de prácticas el curso pasado en Alemania y cómo allí los pequeños no están en escuelas porque a esas edades no se les enseña, sino que se les educa. Los que trabajan con los niños son educadores. Otro sentido del inicio escolar desde otra clave. Ella viene contenta porque ha descubierto otro modo de hacer, otra filosofía. Me alegro porque ella ha entendido que no está dicho todo sobre la escuela, que hoy tenemos retos nuevos y que hemos de avanzar por nuevas sendas.

Ellas han de ser pioneras y utópicas en estos procesos y lo serán desde ellas misma. Esto es lo que quiero descubrir con ellas al comenzar la asignatura. Ya me estoy animando… me anima ver que podemos ser creativos y que lo mejor está por hacer y por decir. Seguro que este curso va a ser único y original, como lo es cada una de las alumnas matriculadas. Cada una viene con su “historia personal y escolar”.